Orden de alejamiento
MÁLAGA.- El Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga ha decretado libertad con cargos para un hombre de 40 años relacionado con el fútbol base detenido por la Policía Local de Málaga por presuntos abusos sexuales contra niños de un equipo de la capital durante la temporada pasada.
Al hombre, que pasó a disposición judicial el pasado fin de semana, el juez le imputa inicialmente un delito continuado de abusos sexuales y ha decretado orden de alejamiento, según han informado fuentes judiciales a Málaga Actualidad.
Al parecer, el arresto de este hombre se produjo el pasado jueves. Los agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) iniciaron una investigación tras tramitar una primera denuncia. No es la primera vez que este hombre es detenido por este tipo de hechos, ya que en 2010, cuando pertenecía al cuerpo técnico del Unión Deportiva Mortadelo, fue arrestado por abusos a un niño de 11 años que jugaba en este club, según ha publicado este martes el diario 'ABC'.
El juzgado lo condenó en diciembre de aquel año a dos años de prisión por dos delitos de abusos sexuales a un niño de 11 años, así como a la prohibición de acercarse a más de 500 metros o comunicarse con el menor durante un periodo de cuatro años. Así, tras un tiempo alejado de los terrenos de juego, volvió a adentrarse en el fútbol formativo malagueño a través de viejos conocidos que seguían ejerciendo como técnicos en un conjunto de la barriada de Portada Alta.
Las pesquisas se iniciaron tras una primera denuncia que se tramitó hace unas tres semanas y en la que un joven relató comportamientos anormales.
Los hechos presuntamente se produjeron durante el viaje y posterior estancia del conjunto en Granada para participar en un torneo que se prolongó durante varios días. El individuo se desplazó con el club y, al parecer, según la víctima, aprovechó la estancia en un hotel para supuestamente tratar de dormir en la cama de alguno de los menores. Supuestamente, no se trató de un hecho aislado ya que al menos cinco de ellos habían sufrido abusos.
Al parecer, su forma de ganarse la confianza de los niños era hacerle promesas de que iba a regalarles objetos de valor, como consolas y móviles, o los invitaba a merendar para intentar quedarse a solas con ellos.
La detención se produjo el pasado jueves en su domicilio. Tras negarse a declarar ante los agentes del GIP, fue puesto a disposición del juez un día después.
