Coste de 2,5 millones de euros
MÁLAGA.- El Ayuntamiento de Málaga está impulsando la iniciativa 'NeoAlbéniz', un nuevo proyecto de ciudad que persigue la rehabilitación paisajística y urbana de la ladera de la Alcazaba: dignificando el espacio, recuperándolo para el uso ciudadano; poniendo en valor la trama histórica de la muralla y la barbacana, elementos de gran valor arqueológico; creando una fachada a lo que hoy son traseras; y creando un nuevo hábitat cultural audiovisual y de emprendimiento.
Así, dicho espacio se regenera, dejando de ser un espacio trasero y residual con medianerías vistas, pasando a formar parte de la red de espacios públicos de la ciudad.
Esta nueva iniciativa ha sido presentada esta mañana por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto a los concejales de Ordenación del Territorio y Vivienda, Francisco Pomares, y de Cultura, Gemma del Corral. Los detalles técnicos han sido dados a conocer por el director-gerente del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, y la arquitecta municipal, Natalia Muñoz.
El objetivo principal es el de mejorar la imagen del principal patrimonio monumental de la ciudad de Málaga (Teatro Romano-Alcazaba), recomponiendo la imagen urbana a la salida del túnel de la Alcazaba, actualmente ocupada por dos naves y una medianera, impropias del lugar.
Esta mañana el equipo de Gobierno ha iniciado los trámites de planeamiento pertinentes para desarrollar esta iniciativa, acordando en junta de gobierno local la aprobación inicial del estudio de detalle de este ámbito (plaza Jesús El Rico). El estudio de detalle y el proyecto se han redactado de oficio desde el departamento de Arquitectura e Infraestructuras de la Gerencia Municipal de Urbanismo en coordinación con el Festival de Málaga.
Entre sus objetivos, trata de recuperar la falda de la Alcazaba como parque urbano, ligado directamente a los restos arqueológicos del entorno, para uso y disfrute de los ciudadanos.
En cuanto al uso propuesto para el equipamiento cultural es una elongación del propio cine Albéniz, cuya programación está muy bien valorada por el público de Málaga, contemplando la creación de 2 salas de imagen con capacidad para más de 200 personas, lo que ampliará sus contenidos y oferta audiovisual.
Estas salas permitirán asimismo contar con nuevos espacios para la exhibición de películas durante la celebración del Festival de Málaga. Cine en Español, ampliando así su programación y contenidos. Además, favorecerán la captación de público, la generación de nuevas actividades audiovisuales y, en el aspecto profesional, su utilización para el visionado de audiovisuales y sesiones de trabajo sobre producto real con los equipos de rodaje.
Este nuevo hábitat audiovisual, bajo la gestión de la sociedad municipal Festival de Málaga, plantea también una zona de promoción empresarial como eje complementario y vertebrador en la sostenibilidad del proyecto. Para ello se incluirá en este edificio la sede de la Málaga Film Office como oficina prescriptora del sector audiovisual malagueño ante las empresas productoras que demandan apoyo en la gestión de licencias de rodaje y conexión con los profesionales malagueños del sector para atender sus necesidades de rodaje.
A tal fin, se han diseñado microcontenedores empresariales en los que se podrán instalar distintas empresas del sector para ofertar sus servicios de modo conjunto. La presencia física de estas empresas favorecerá la oportunidad de negocio en el marco de encuentros de trabajo con las indicadas empresas productoras que preparan rodajes en Málaga o la visitan durante sus labores de scouting.
Por último, NeoAlbéniz incluirá también un espacio administrativo y de gestión para la sociedad Festival de Málaga, lo que significará que al proporcionarle una sede definitiva, alcanzará a centralizar su atención al usuario y al sector.
La propuesta se resuelve con un volumen de carácter tectónico, con predominio del macizo sobre el hueco, enfatizando mediante dos planos inclinados, con la diagonal marcada en la fachada norte, la visual hacia la Alcazaba. Dichos planos tratan de liberar tanto el acceso, estrangulado por la entrada al aparcamiento, como la medianera trasera, que cuenta con aperturas hacia la Alcazaba.
La estructura del edificio se resuelve en hormigón armado, con una estructura de muros que resuelven el espacio mediante cajas colgadas en la zona de la medianera sur con los restos arqueológicos.
La altura del conjunto es de B+3, no agotando la edificabilidad otorgada de B+5, para respetar las fachadas traseras existentes, que aun siendo medianeras, cuentan con huecos abiertos hacia la Alcazaba. También se respetan los patios de luces existentes, que aunque pertenecen a las fincas del proyecto, se ha visto conveniente mantenerlos.
Se modifica ligeramente la alineación, que actualmente caía sobre la barbacana, para incluir este trazado en el interior del patio. De esta manera el patio se convierte en un espacio intermedio entre lo público y lo privado, donde la transparencia permite ver la conexión de los restos arqueológicos penetrando en el interior del edificio. Así, el edificio se estructura a través de un patio, por el cual se accede al edificio, donde se ponen en valor los restos arqueológicos de la muralla y la barbacana.
Además, para rehabilitar la totalidad de las traseras, se propone la implantación de un jardín vertical en la medianera colindante del inmueble de calle Pozo del Rey. Gracias a estas medidas, las tres medianeras que existen hacia la ladera de la Alcazaba quedan resueltas.
El espacio exterior limítrofe entre la falda de la Alcazaba y el volumen propuesto se recupera como Parque Urbano ligado a los restos arqueológicos y al propio uso del edificio; y se convierte la fachada del edificio en espacio para la proyección, de ahí que se conciba como un paño ciego que se vuelca hacia el atrio de entrada. El resultado es un volumen escultórico que marca la visual hacia la Alcazaba y que reconstruye esta esquina de la ciudad.
Por ello, la reordenación del espacio público es de orden prioritario, para lo cual se propone, como se ha indicado: un jardín vertical en la medianera de la edificación colindante; se crea un lugar de estancia para observar los restos arqueológicos existentes y las proyecciones en la fachada del nuevo edificio; y se ordena con elementos no invasivos, fácilmente desmontables y que garantizan el mantenimiento y conservación de los restos encontrados, acercándolos de esta forma a la ciudadanía.
