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Morir de éxito

Verano, turistas, negocio, ingresos y masificación. Es la cantinela de todos los veranos pero nunca, y lo digo con conocimiento de causa, nunca se le busca solución.

En Julio y Agosto municipios turísticos como Fuengirola, Nerja, Torremolinos o Benalmádena cuadriplican su población. Es estupendo para los hosteleros. Los chiringuitos y restaurantes no paran, hacen la caja de más de medio año en dos meses y medio, los hoteles cubren con creces las expectativas de todo el año.

Eso es genial, perfecto, lo que necesita la economía de nuestra provincia. Pero, busca aparcamiento, tira la basura, o pide ayuda a la policía local. Todas estas opciones se quedan minúsculas, insuficientes, muy deficientes en muchos de los casos.

Está claro que no se pueden hacer cientos y cientos de plazas de aparcamientos cerca de primera línea de playa para sólo dos meses y medio de masificación, pero hay que tener una planificación alternativa para esas semanas de auténtico caos circulatorio y de aparcamiento.

Porque se puede morir de éxito, por ejemplo cuando llegas con tu coche para disfrutar de una velada o de una jornada de playa y pasas más de dos horas dando vueltas y vueltas por todas las calles, pasajes y paseos marítimos de la localidad y no encuentras hueco.

Y los parkings públicos no tienen capacidad para tanto vehículo, llenos, con el cartel de completo y las expectativas frustradas, yendo a otra parte porque no puedes aparcar. Eso ocurre en Nerja, en Fuengirola, en Benalmádena Costa por no mencionar una larga lista de pueblos turísticos.

Lo mismo ocurre con algo tan desagradable como la basura, que no hay contenedores suficientes para poder albergar tanto desperdicio, bolsas amontonadas y malolientes y los trabajadores echan trabajo extra a su labor para poder retirar tanta basura que se multiplica por cuatro, igual que los habitantes como es natural.

Y con la policía local igual, está claro que se afanan por intentar estar presentes en todos los lugares, pero sus plantillas se ven minúsculas para atender tanta demanda.

Así que algo hay que hacer para que, año tras año, o mejor dicho, verano tras verano, no se repitan las mismas carencias que siguen apareciendo y repitiéndose. Por que sino llegará un momento que esta industria del turismo muera de éxito.

 

[cabezon name="José Palacios" designation="Periodista " img="pepepalacios" /]

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