No es una marca de moda, de esas que ocupan los espacios turísticos; ni es hacerle una foto a un niño de comunión, con la inamovible vaca portera de Ale-hop; es que tenemos la fortuna de tener un pimpollo político de presidente, encantado de haberse conocido.
La fortuna política de Juanma y Medio, no le viene del ojo de su ministra de cumpleaños, doña Ana Mato. Ni tan siquiera de las legislaturas que estuvo de diputado paracaidista por Cantabria; de allí, hay que decir, quizás le venga su amor por las vacas pasiegas, porque a sus electores santanderinos, ni fu ni fa, encantados de no haberle visto el pelo.
Los adversarios le achacan la trampolina de inaugurar cualquier cosa antes de la campaña, hasta faltaron afilaores de tijeras para tanto corte de cintas a ninguna parte: Estación del Metro desaparecido en el Centro de Málaga, así por decenas; solar del Hospital Civil para el "futurible hospital"; y tanto más mejor, como la miel para Winnie the Pooh.
La fortuna tampoco hay que achacárselas a las artes de su ex edecán Bendodo, plasmando al presi en "prime time" en Canal Sur, hasta aburrir a la parroquia; tampoco a las relajadas plumillas que le puso en nómina, o en la cuenta de publicidad. Hurguen ustedes lo que nos costó a los andaluces, por la cuenta de anuncios en medios, disimulada en campañas de tenernos despistados en las horas aciagas de las mascarillas y sucesivas.
La fortuna le viene de haberse fotografiado de nuevo con la vaca Fadie en el Valle de los Pedroches. La vaca de un lametón y un traguito de su leche mágica, hizo de Juanma un Astérix andaluz, capaz de mejorar las encuestas cocinadas en el laboratorio de Elías.
Juanma cumple, al menos con el tatuador de Linares. Con su olímpica palabra, ha vuelto a su tatuería, a dejarse la huella de su número de diputados peperos, volver por ganar. El del oficio hubiera preferido haberle marcado el listado de sus parlamentarios, o sus caritas. Me parece exagerado lo de Daniel Pérez, de grabarle los listados de aspirantes a un nido oficial.
Es mejor recalar en Linares a grabarse una majadería de adolescente timido, que empecinarse en salvar Santana Motor, cosas de Zarrías. En fin, los almuerzos del excelentísimo don Juan Manuel con Cayetano de Alba, nos ha costado una rebaja a los ricos. Su tatoo, nos hermanará con los maoríes. Su foto en el tractor, una subida del aceite. En fin, de chalaura a cacicada, es el camino del cambio andaluz. Llamaré a Salud informa, para que me den cita con el peluquero para calvos, no puedo esperar al de los nervios.
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