Uno de los libros malditos de la literatura francesa
MÁLAGA.- Málaga ha acogido este miércoles la presentación en España de la primera traducción al español de 'El Sabbat', editada por Cabaret Voltaire, la autobiografía de Maurice Sachs y uno de los grandes libros malditos de la literatura francesa, que es "es una confesión que traspasa la propia vida de su autor", que fue amigo de Picasso, Cocteau o Gide.
En el acto de presentación, al que han acudido el escritor Fernando Castillo; el director de Cabaret Voltaire, Miguel Lázaro; y el director del IML, Alfredo Taján, ha tenido lugar una presentación visual de los personajes y los lugares donde se desarrollaron los hechos narrados.
'El sabatt', tal como se señala en la invitación "es una confesión que traspasa la propia vida de su autor, el judío alsaciano Maurice Sachs (1906-1945), y se sitúa en el género de la autobiografía novelada. Maurice Sachs no es sino el máximo exponente intelectual en la Europa de entreguerras".
Málaga ha acogido, traducida por primera vez al castellano por Lola Bermúdez Medina, unas memorias que causaron, y siguen causando polémica y desencuentros.
Además, según se puede leer en la página web de Cabareto Voltaire, 'El Sabbat" es uno de los grandes libros malditos de la literatura francesa, las memorias del más escandaloso vividor que haya existido en Francia entre las dos guerras mundiales y la crónica más irreverente de una época dedicada a todos los excesos.
Aficionado sin mesura al lujo y al placer, Maurice Sachs tuvo que huir continuamente de sus acreedores hasta convertirse en un pícaro que frecuentó tanto los ambientes delictivos como la amistad de intelectuales, escritores y artistas como Jacques Maritain, André Gide, Jean Cocteau, Max Jacob, Picasso o Coco Chanel. El lector será testigo del principio del fin de una Europa que empezaba a desangrarse y con ella sus élites intelectuales y artísticas.
Sachs no es sino el máximo exponente de aquella debacle: judío, homosexual, farsante, embaucador, y lo más espinoso, también delator. El estallido de la Segunda Guerra Mundial impidió la publicación de El sabbat, que por fin vio la luz en 1946, cuando Sachs ya había muerto. El éxito fue inmediato, al mismo tiempo que este fascinante aquelarre generaba una interminable polémica.
