Se trataba de un arma blanca de 45 centímetros
MÁLAGA- Agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local de Málaga han detenido a un individuo como presunto autor de un delito continuado de daños.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 13:00 horas de ayer, domingo 18 de mayo, en el distrito Palma-Palmilla. La sala 092 de la Policía Local de Málaga recibió varias llamadas en las que se alertaba de que se estaba produciendo una gran pelea entre varios individuos en paseo María Ángeles Arroyo Castro, portando alguno de ellos armas blancas de grandes dimensiones.
Una dotación del GOA compuesta por cuatro agentes de la Policía Local de Málaga se personó en el lugar, siendo requeridos por varios viandantes que les indicaban que un individuo que portaba una catana se dirigía hacia calle Eume, tomando los policías locales los pasos del mismo.
Además de las indicaciones que les iban proporcionando vecinos y viandantes, los agentes siguieron los rastros de sangre que el individuo iba dejando a su camino, así como los daños que iba provocando en numerosos vehículos que se encontraba a su paso, dándole alcance cuando subía la zona montañosa.
Los policías locales se colocaron a una distancia prudencial, dándole el alto policial, volviéndose el mismo de cara a los agentes esgrimiendo el cuchillo, por lo que fue necesario desenfundar las armas de fuego de modo disuasorio a fin de preservar la seguridad de los viandantes y de los propios agentes, a la vez que se le conminaba de forma insistente a que tirase el cuchillo y se arrojase al suelo, a lo que finalmente accedió. En ese momento, un agente procedió a controlar e intervenir el arma, tratándose de un cuchillo de unos 45 centímetros de hoja y mango de madera con restos de sangre, mientras sus compañeros procedían a la inmovilización y aseguramiento del individuo, que fue trasladado a un centro hospitalario con heridas sangrantes en rostro y espalda, quedando ingresado bajo custodia policial. Una vez detenido y dado de alta en el hospital en la misma tarde de ayer, el individuo fue trasladado a dependencias policiales para, posteriormente, ser puesto a disposición judicial.
Una vez trasladado, los policías locales comenzaron a recabar información de lo sucedido a través de testigos y víctimas, que les manifestaron que el individuo iba golpeando a su paso a numerosos vehículos estacionados, e incluso algunos circulando con personas en su interior, contabilizándose, en un principio, un total de once vehículos dañados, con roturas de cristales de lunas y ventanillas y/o espejos retrovisores.
