También amenazó al personal médico que lo atendió y a los policías locales
MÁLAGA- Efectivos de la Policía Local de Málaga han detenido a un individuo de 42 años como presunto autor de los delitos de tenencia ilícita de armas, amenazas esgrimiendo arma blanca y lesiones tras efectuar dos descargas con una pistola eléctrica al propietario de un bar, otro de amenazas contra la autoridad a personal médico, y dos más de desobediencia y amenazas a agentes de la autoridad, a los que se le podría sumar un presunto delito de inducción al homicidio.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 23:25 horas de la noche del miércoles 9 de julio en un bar ubicado en el distrito Cruz Humilladero, donde al parecer, el individuo se personó y, presuntamente, amenazó con una navaja y atacó con un arma de electrochoque al propietario de un bar, con la que, al parecer, le realizó dos descargas. Un camarero del establecimiento fue testigo de los hechos.
Tras ser requeridos, dos patrullas de la Policía Local de Málaga se desplazaron hasta el lugar, que localizaron al presunto autor en la puerta del establecimiento, el cual, al advertir la presencia policial, emprendió la huida a pie.
Los policías locales comenzaron a perseguirlo, pero el individuo desobedeció el alto policial. Los agentes apreciaron como en su huida se deshacía de un objeto al arrojarlo entre vehículos estacionados. El objeto fue localizado e intervenido por uno de los policías locales. Se trataba de un arma blanca con la que, presuntamente, había amenazado a la víctima, concretamente una navaja tipo camuflaje de 11 centímetros de longitud cerrada y 21 centímetros desplegada.
Finalmente, tras caer después de tropezar con un escalón, el individuo fue interceptado por los policías locales, que lo aseguraron y le efectuaron un cacheo preventivo de seguridad a raíz del cual le localizaron la pistola eléctrica en uno de los bolsillos traseros del pantalón, que, al igual que la navaja, fue intervenida por los agentes.
Acto seguido, los policías locales lo trasladaron hasta un centro de salud, donde recibió asistencia sanitaria con motivo de la caída, mostrándose agresivo y llegando a amenazar al personal sanitario.
Igualmente, el individuo no cesó de amenazar a los policías locales intervinientes, quienes, finalmente, tras proceder a su detención, lo trasladaron a dependencias policiales, para, posteriormente, ser puesto a disposición judicial, haciendo entrega de las dos armas intervenidas en la actuación policial.
Por último, en el informe de la detención consta que, durante el acto de información de derechos, el individuo hizo uso de su derecho a comunicarse con un familiar o persona de confianza, para, en presencia de los funcionarios, pedirle que fuesen a matar a la víctima.
