Pedro Halffter firma la dirección musical y Allex Aguilera la escénica en un montaje del Teatro de la Maestranza
MÁLAGA- La soprano armenia Lianna Haroutounian y el tenor sueco Michael Weinius encabezan el reparto de Tristan und Isolde, la colosal ópera de Richard Wagner que abre la próxima semana la 37 Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga. La obra maestra del compositor alemán se representa el jueves 25 y el domingo 28 de septiembre en una producción escénica del Teatro de la Maestranza de Sevilla y musical del Cervantes, con Pedro Halffter en el atril, los profesores de la Orquesta Filarmónica de Málaga en el foso y Allex Aguilera comandando la acción teatral, y cuyo estelar elenco también incluye a la mezzosoprano francesa Clémentine Margaine, el bajo croata Marko Mimica y el barítono alemán Markus Eiche. El ciclo patrocinado por la Fundación Unicaja y en el que colaboran Fundación Sando e Idealista continuará con otras tres grandes obras del repertorio: Werther, de Jules Massenet, llegará en noviembre; La verbena de la Paloma, de Tomás Bretón, en febrero y marzo de 2026, y La fille du régiment, de Gaetano Donizetti, en mayo.
La concejala de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Málaga, Mariana Pineda, y el director del Teatro Cervantes y gerente de Málaga Procultura, Juan Antonio Vigar, han acompañado a los maestros y los solistas de Tristan und Isolde en una rueda de prensa en la que también ha participado la responsable de Artes Escénicas de la Fundación Unicaja, Gema Domínguez. Vigar y Pineda han incidido en la importancia de la llegada a Málaga de esta cumbre de la literatura operística, una obra que supuso un antes y un después en la historia no sólo del género lírico sino de la música en general. Ópera emblemática de Richard Wagner, un autor escasamente representado en nuestras temporadas (el último antecedente fue El holandés errante en el año 2000), más volcadas tradicionalmente hacia los repertorios italiano y francés y nuestra zarzuela, su inclusión dentro del ciclo lírico del Teatro Cervantes constituye todo un hito, un enorme reto, dadas las dificultades que conlleva llevar a escena una obra de estas características.
El proceso de montaje de Tristan und Isolde será el primero que visitarán los y las estudiantes de enseñanzas medias de Málaga que aprovecharán la nueva etapa de la iniciativa Cervantes Lírico. Impulsado por el Teatro Cervantes de Málaga y la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de Universidad, Investigación e Innovación en Málaga, Cervantes Lírico vuelve esta temporada a difundir la ópera entre el alumnado tras el éxito de la primera convocatoria en el curso pasado. El delegado territorial en Málaga de la Consejería de Desarrollo Educativo de la Junta de Andalucía, Miguel Briones y el barítono Carlos Álvarez, han acudido también esta mañana al salón Rossini del coliseo municipal para explicar junto a Pineda, Vigar, Domínguez y María de la Paz Flores, concejala del Área de Educación y Fomento del Empleo del Ayuntamiento de Málaga, los detalles de un proyecto con el que el alumnado se sumerge en el proceso creativo de las producciones operísticas: a través de visitas guiadas, el alumnado conoce el trabajo de la dirección de orquesta y la dirección escénica, asiste a los ensayos y ve cómo los solistas construyen sus roles, los coralistas empastan sus voces y los músicos de la orquesta leen la partitura.
La primera cita de Cervantes Lírico en esta 37 Temporada Lírica está fijada esta misma tarde, con 500 estudiantes citados para asistir al ensayo de conjunto la ópera de Wagner y aprender bajo la guía de Carlos Álvarez. Esta iniciativa pedagógica, que se incardina en el marco del proyecto Ópera Estudio de Málaga, continuará dentro de los procesos de montaje y ensayos de Werther y La fille du régiment.
La madurez de la 37 Temporada Lírica del Teatro Cervantes
La programación de Tristan und Isolde, Werther, La verbena de la Paloma y La fille du régiment en esta Temporada 2025-26 demuestra la madurez del programa operístico malagueño, que continúa en la línea de ofrecer al público tanto títulos menos frecuentados (como Adriana Lecouvreur y Dialogues des carmélites en los 34 y 35 ciclos o el reciente programa doble La Edad de Plata en la 36 Temporada Lírica), como grandes obras de la historia de la ópera aún no representadas en nuestra ciudad, caso del drama musical de Wagner.
Junto a ello, la Temporada Lírica del espacio municipal malagueño sigue consolidando su colaboración con los teatros de la asociación Ópera XXI: además de recibir este curso producciones de la Maestranza (la ópera de Wagner) o el Teatro de la Zarzuela (la zarzuela de Bretón), continúa girando sus producciones o coproducciones propias. De hecho el madrileño Teatro de la Zarzuela acogerá esta temporada el primer fruto de Ópera Estudio de Málaga, El gitano por amor, y la coproducción del Teatro Cervantes y la Ópera de Oviedo La Edad de Plata, que llevó a escena Goyescas y El retablo de Maese Pedro.
Un elenco estelar para Tristan und Isolde
La producción de Tristan und Isolde cuenta con un elenco estelar, con la soprano armenia Lianna Haroutounian en el rol titular (que ya triunfó en el Cervantes en Tosca y Adriana Lecouvreur), y a su lado la mezzosoprano francesa Clémentine Margaine, cuya apabullante interpretación de la Princesa de Bouillon en el título de Cilea aún permanece en el recuerdo de los aficionados. Como Tristán, el tenor sueco Michael Weinius, habitual de los principales coliseos líricos y uno de los cantantes de referencia de este exigente y extenuante rol, mientras que el papel de Rey Marke lo abordará el bajo croata Marko Mimica, que recientemente lo ha encarnado con gran éxito en la temporada de Bilbao, y el de Kurwenal el barítono alemán Markus Eiche, que ya lo ha interpretado en Bayreuth y Tokio. Moisés Marín como Melot y Marinero, Luis Pacetti haciendo de Pastor e Ignacio Cornejo como Timonel cierran el reparto.
La producción escénica, proveniente del Maestranza sevillano, está firmada en la dirección teatral y la escenografía por Allex Aguilera y en la videocreación, uno de los atractivos de la propuesta, por Arnaud Pottier. Aguilera ha concebido la acción y el espacio de tal manera que recalca el espíritu de Tristan und Isolde, según él "una meditación sublime sobre el amor absoluto, su inalcanzable plenitud y su inherente tragedia". Para ello, ha diseñado cada acto de esta monumental ópera "como un universo autónomo dotado de una identidad visual y emocional que refleja la metamorfosis del drama".
La dirección musical correrá a cargo del maestro Pedro Halffter, experto conocedor del repertorio wagneriano, quien tendrá a su cargo a los profesores y profesoras de la Orquesta Filarmónica de Málaga en un título estrenado en 1865 con el que Wagner superó los límites del Romanticismo y dio la bienvenida a la modernidad musical. El Coro Titular del Teatro Cervantes de Málaga-Intermezzo estará dirigido por Santiago Otero.
Aún quedan algunas entradas disponibles para las dos fechas (precio de 28 a 120€ según zona). El público interesado se podrá beneficiar de los Nuevos abonos abiertos. El descuento progresivo de estos Nuevos abonos abiertos para las citas del Teatro Cervantes es del 10% si se compran tiques de 3 espectáculos, del 20% si se adquieren de 5 espectáculos y del 30% para ocho, y siempre en aquellos en los que haya acuerdo previo entre Málaga Procultura y las compañías.
Inspirada simultáneamente en una leyenda medieval de origen celta, en el inconfesable amor del compositor por Mathilde Wesendonck, esposa de uno de sus mecenas, y en la filosofía de Arthur Schopenhauer –en concreto de su libro El mundo como voluntad y representación–, Tristan und Isolde constituye la cumbre del drama musical wagneriano. Gracias al innovador uso del cromatismo, la tonalidad, el color orquestal o la suspensión armónica, Wagner abanderó con este título la vanguardia musical de su tiempo. Tristan und Isolde es una obra maestra que desafió las convenciones operísticas, que desde entonces nunca volverían a ser las mismas. El primer acorde de la partitura, conocido como 'acorde de Tristan', se considera clave en el desarrollo de la armonía tonal tradicional abriendo la puerta a la música atonal del siglo XX.
El resto de la 37 Temporada: Werther, La verbena de la Paloma y La fille du régiment
La ópera francesa vuelve al escenario del Cervantes con una de las obras maestras de Jules Massenet, Werther, que no se representaba aquí desde hace más de treinta años. El tenor jerezano Ismael Jordi, uno de los cantantes más queridos del público malagueño, será el encargado de dar vida al melancólico poeta que da nombre a la ópera. Acompañarán a Jordi en las funciones de 28 y 30 de noviembre de 2025 la mezzosoprano tunecina-canadiense Rihab Chaieb, cantante de brillante carrera internacional, que ya encarnó a Charlotte en la prestigiosa Ópera de Zurich, y el barítono uruguayo Alfonso Mujica, que acaba de defender el papel de Albert en el Teatro Colón de Buenos Aires. La producción escénica procede de la Opéra-Théâtre Eurométropole de Metz, Francia, y cuenta con la dirección escénica de Paul-Émile Fourny, que regresa al Cervantes tras dirigir en anteriores temporadas Fausto y Andrea Chénier. Participa en esta producción la escolanía Pueri Cantores Málaga, dirigida por Antonio del Pino.
El género lírico español estará representado los días 27 y 28 febrero de febrero y 1 marzo de 2026 por La verbena de la Paloma, cuya música y personajes forman parte del imaginario popular. La obra de Tomás Bretón vendrá precedida en esta ocasión por el prólogo cómico-lírico Adiós, Apolo, un emotivo homenaje a la zarzuela del poeta y dramaturgo Álvaro Tato. La producción escénica procede del Teatro de la Zarzuela de Madrid, que otorga el sello de calidad a una producción aclamada en su estreno en Madrid en 2024, que llega ahora a Málaga después de una exitosa gira por numerosos teatro españoles. La puesta en escena está a cargo de la directora y coreógrafa Nuria Castejón, quien coordinará a una cincuentena de artistas entre cantantes, actores, bailarines y coristas en un montaje caracterizado por la brillantez y la vivacidad, la belleza de los números coreógraficos y la espectacular escenografía de Nicolás Boni. La dirección musical correrá a cargo del director titular de la Filarmónica, José María Moreno Valiente.
El delicioso título donizettiano La fille du régiment vuelve los días 22 y 24 de mayo de 2026 al principal teatro de la Costa del Sol (se representó por última vez en 2001), con un reparto de artistas nacionales y con marcado andaluz, una clara muestra del compromiso del ciclo con la cantera lírica española. La soprano madrileña Rocío Pérez encarnará a Marie y estará acompañada por el tenor almeriense Juan de Dios Mateos, quien en su rol de Tonio se enfrentará a una de las arias más famosas de la historia de la ópera, 'Ah! Mes amis'. El foso lo ocupará el malagueño Salvador Vázquez, director titular de la Orquesta de Córdoba, quien vuelve al atril consolidado como uno de los directores de mayor proyección del panorama nacional.
El montaje de Tristan und Isolda según su director de escena
"En una carta dirigida a Franz Liszt en 1854, Richard Wagner confesó:
'Como en mi vida nunca he probado la verdadera felicidad que da el amor, quiero elevar a este sueño, el más bello de todos, un monumento en el que este amor quedará en gran parte satisfecho de un extremo al otro'.
Estas palabras son para mí la esencia misma de Tristán e Isolda, una ópera que trasciende la narrativa convencional para convertirse en una meditación sublime sobre el amor absoluto, su inalcanzable plenitud y su inherente tragedia. La música, como en ninguna otra ópera de Wagner, ejerce un poder trascendental sobre la palabra.
Cada acto de esta ópera monumental lo he concebido como un universo autónomo, dotado de una identidad visual y emocional que refleja la metamorfosis del drama. La partitura encierra en sus pliegues toda la gama de sentimientos que unen a los amantes: el anhelo que palpita en cada intervalo, la desesperación que se despliega en cromatismos infinitos. No rehúyo el estatismo en Tristán e Isolda, al contrario, lo abrazo. Nuestra labor no es inventar, sino revelar; guiar a estos cuerpos hacia su encuentro fatal, ese abrazo que desde el primer acorde sabemos terminará en la transfiguración por la muerte.
En el primer acto, los mares monocromáticos y cambiantes dominan la escena, simbolizando el torbellino emocional que consume a Isolda desde el inicio y que, inevitablemente, arrastra a Tristán. Este paisaje marino, en perpetuo movimiento, se erige en metáfora del conflicto interno de ambos: un amor que pugna por emerger entre la hostilidad y la desesperanza. Pero Tristán e Isolda no es una ópera al uso; es mucho más que eso.
El segundo acto transfigura el escenario en un jardín mágico, saturado de colores vibrantes y una atmósfera onírica. Es el acto más intenso y apasionado, un canto al amor puro en su expresión más sublime, aunque efímera. La música lo es todo: el tiempo se suspende, y el drama avanza a través de las texturas orquestales y el canto que se entrelazan como cuerpos en la oscuridad. La casi inexistente acción teatral se suple con creces por la intensidad melódica de su narración. Aquí no hay sitio para el 'horror vacui' tan temido.
El tercer acto, inspirado por el 'Butoh', ese arte japonés que abraza la quietud y el dolor, encapsula la agonía de Tristán. No necesitamos artificios vanos: la partitura ya contiene el delirio, la 'saudade' y la muerte. Tristán e Isolda es una experiencia extrasensorial, donde la emoción se transmite a través de lo no dicho, de los silencios cargados y las disonancias que nunca se resuelven.
¿Qué distingue a esta obra en el cosmos wagneriano? Precisamente su audacia estática, su fe en que la música puede sostener el drama sin concesiones a lo superficial. Dirigirla ha sido un acto de entrega a esa verdad esencial: aquí, la belleza nace de la renuncia a todo lo superfluo. Quien se adentre en este universo, estoy convencido, no verá solo una ópera, sino un ritual sonoro y visual donde amor y muerte se revelan como las dos caras de un mismo destino ineludible".