Corresponde a un varón que no supera los 40 años, con estudios superiores
MÁLAGA- La Diputación edita el primer gran estudio sobre el perfil del cofrade malagueño. Corresponde a un varón que no supera los 40 años, casado, con estudios superiores y en situación de empleo. Además, la fe ocupa un lugar primordial en su vida y considera que las cofradías contribuyen activamente a la identidad cultural de su ciudad o barrio. El cofrade se sabe parte de un movimiento cultural que cohesiona barrios y ciudades y consideran las cofradías como espacios culturales y sociales. Asimismo, el cofrade de la ciudad asiste de forma asidua a cultos y subraya el papel creciente de la comunicación digital en la vida cofrade.
Estos son algunos datos del informe realizado por los investigadores y cofrades Francisco J. Cristófol Rodríguez (Universidad Internacional de la Rioja), Diego Berraquero Rodríguez (Escuela Universitaria de Osuna), Daniel Marín Gutiérrez (Universidad Pontificia de Comillas) y Carmen María Santos Moreno (Universidad Pablo Olavide).
Así lo ha dado a conocer la vicepresidenta y responsable del CEDMA, María Francisca Caracuel, junto a al investigador Francisco J. Cristófol y el presidente de la Agrupación de Cofradías, José Carlos Garín. En el acto se ha contado con la presencia de Diego Berraquero y Daniel Marín.
Caracuel ha destacado que "este libro demuestra que el mundo cofrade puede y debe ser también objeto de estudio académico sin perder por ello ni su alma ni su sentido espiritual".
La Diputación de Málaga, a través de su Centro de Ediciones, ha editado este estudio que permite obtener una radiografía de un colectivo que cada vez tiene más peso en la sociedad como es el cofrade.
Caracuel ha explicado que es un estudio muy serio, riguroso y científico como es una realidad incardinada en los sentimientos en España, aunque el porcentaje mayor está en Andalucía. "Las cofradías son mucho y van mucho más allá de lo que es el sentimiento religio, es una realidad que abarca y se entrelaza profundamente con lo que es el mundo cultural y la sociedad, y esa realidad merecía un estudio que no fuera solamente desde el punto de vista de ese sentimiento religioso, y eso es lo que los autores han hecho con este estudio".
"Desde el CEDMA, pues entendíamos que era interesante ir más allá de esas formas asociativas religiosas tan recurrentes en España para estudiar el aspecto social y empírico de esa realidad", ha añadido.
Por su parte, Garín, ha agradecido a los autores y ha incidido en la importancia de este estudio "que ahonda muchísimo en las aristas y en los perfiles y en esas luces y sombras que tiene el mundo cofrade y además es necesario porque nos da información y formación a todos los que de alguna manera tenemos alguna responsabilidad en la Semana Santa.
El estudio, por tanto, se basa en una encuesta realizada a casi 2.000 personas de Andalucía de las cuales fueron válidos 515 resultaron válidas para el estudio de Málaga con un margen de error del ±4,3% y un nivel de confianza del 95%. El universo de referencia es el de los 72.129 hermanos censados en Málaga capital.
Francisco J. Cristófol ha agradecido a la Diputación su labor de divulgación, "por facilitarnos que el estudio fuera más allá del ámbito científico y por la labor de cohesión del territorio que desarrolla habitualmente". Asimismo, ha extendido el agradecimiento a la Agrupación de Cofradías "por auspiciar a los autores".
Datos de la encuesta
Francisco J. Cristófol ha desgranado alguno de los datos de esta encuesta, como que el 73,4% de los encuestados son hombres y el 26,6% mujeres, con un claro predominio de adultos de edades comprendidas entre los 20 y 49 años (72,8%), siendo el rango de edad entre los 30 y 39 (26%) el más predominante. A partir de los 50 años se observa un descenso progresivo y los menores de 20 años representan el 5,8%.
Destaca el perfil formativo del encuestado, que es elevado, pues el 37,7% posee estudios universitarios de grado, seguidos por quienes poseen Bachillerato, Formación Profesional de grado superior o equivalente (29,3%).
Una proporción considerable ha completado un máster oficial o estudios de posgrado (21,9%). Por tanto, el 60% de los encuestados cuenta con estudios superiores (licenciatura, grado, máster o doctorado). Por otra parte, el 40,8% está casado y el 31,7% soltero.
Además, el estudio refleja que los encuestados cuentan con un alto nivel de integración laboral. El 73,6% se encuentran ocupados en empleos formales o autónomos, el 14% está en formación y el 10,6% en situación de desempleo.
El estudio también se detiene, entre otros aspectos, en la vinculación con sus hermandades y cofradías, y destaca que el 97% de los encuestados pertenecen a una y más de la mitad (el 51,3%) acumula entre 10 y 29 años de pertenencia. Los cofrades de larga trayectoria, es decir, 30 años o más, representan un tercio, el 32,6%.
Además, el 71,8% considera que la cofradía contribuye activamente a la identidad cultural de su ciudad o barrio.
Los cargos y funciones dentro de las corporaciones se reparten entre quienes participan en la organización de procesiones (26,2%), juntas de gobierno (20,4%) o grupos auxiliares (15%).
Además, se ha indagado sobre la identificación emocional con la hermandad y el estudio refleja que es muy alta. Pues el 86% se siente plenamente vinculado y el 87% asegura que mantendrá ese sentimiento aunque no participe activamente.
En cuanto a la fe, el estudio refleja que el 63,7% sitúan la fe en los niveles más altos de su vida, mientras que el 77,3% considera la Semana Santa fundamental en su vida.
Asimismo, la cofradía es valorada principalmente como un agente cultural y social de referencia en la comunidad, con un grado de consenso mayoritario que refuerza su papel más allá de lo estrictamente religioso.
El 71,8% considera que la cofradía contribuye activamente a la identidad cultural de su ciudad o barrio y frente a ello, un 16,7% adopta una posición neutral y solo un 11,5% expresa desacuerdo. Por tanto, el informe confirma que las cofradías son percibidas no solo como instituciones religiosas, sino también espacios culturales y sociales.
En cuanto a la asistencia a cultos, la participación en los mismos es algo que hacen asiduamente el 54,6% y el 32,6% declara no participar, aunque le gustaría hacerlo.
Respecto a la participación en procesiones y voluntariado, el 86,6% declara participar de manera asidua, aunque la implicación en otras actividades como voluntariado o acción social es más limitada, con un 12,8 %. El 9,5% que no participa, manifiesta su interés en hacerlo.
Asimismo, la frecuencia de participación en la vida cofrade es diversa: cerca del 40% se implica semanal o mensualmente, mientras que un 30% lo hace solo en ocasiones especiales.
En cuanto a las redes sociales, son percibidas mayoritariamente como un canal de conexión con la cofradía, aunque con una intensidad diversa.
El 65,8% reconoce un efecto positivo de las redes sociales en su vínculo cofrade, como herramientas que les permiten estar más conectados. El 18,1% adopta una posición neutral y un 16,1% expresa desacuerdo, lo que revela la existencia de una minoría crítica o distante respecto al papel de las redes sociales.
Además, la mayoría (61,6%) considera que las publicaciones en redes sociales reflejan fielmente la identidad de la hermandad, pero con margen de mejora para fortalecer la percepción de autenticidad. Solo el 20,2% adopta una posición neutral y el 18,3% se manifiesta desacuerdo.
Por último, en el estudio destaca que la cofradía es reconocida principalmente por un 71,9% como un referente cultural y social de su entorno, contribuyendo de manera destacada a reforzar la identidad local y a proyectar la tradición cofrade como un elemento de valor comunitario y también turístico. El 16,7% mantiene una postura neutral. El 11,5% expresa desacuerdo.




