La dirección del partido tenía una denuncia interna desde junio
MÁLAGA- El PSOE ha acordado este jueves la suspensión cautelar de militancia de Antonio Navarro, secretario general del partido en Torremolinos y concejal en el Ayuntamiento tras la denuncia de una militante de dicha localidad por supuesto acoso sexual presentada ante el propio partido y ante la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer, que ha abierto diligencias prepocesales.
La dirección del partido, que tenía una denuncia interna desde junio por la que abrió expediente que aún no ha resuelto (pese a que debería haberlo hecho en un plazo máximo de tres meses), ha optado por apartarlo provisionalmente mientras avance la investigación.
Así consta en la resolución de la Comisión Ejecutiva Federal, a la que ha tenido acceso Europa Press, que se dicta tras solicitar la Secretaría de Organización Provincial del PSOE de Málaga dicha suspensión cautelar de militancia al tener conocimiento de la apertura de las referidas diligencias preprocesales.
El documento precisa que del análisis de la información conocida por la Comisión Ejecutiva Federal, "sin perjuicio de otros hechos que podrían aparecer", se desprende que presuntamente podría haber incurrido en lo establecido en dos artículos del Estatuto Federal, calificados como falta grave y como falta muy grave por supuesta "mala conducta cívica o ética".
Fuentes socialistas confirman que la medida pretende evitar interferencias en el procedimiento abierto, tanto a nivel orgánico como judicial. Aunque la suspensión no implica una expulsión, sí limita de manera inmediata la actividad del dirigente dentro de la organización. Navarro pierde así todos los derechos internos hasta que se esclarezcan los hechos.
El caso estalló ayer, cuando se hicieron públicos los mensajes que forman parte de la documentación enviada junto a la denuncia a la Fiscalía. El dirigente sostiene que se trata de un «montaje» con fines políticos y que «no hay delito», además de calificar como «falsa» la denuncia.
El Ayuntamiento de Torremolinos, por su parte, permanece a la espera de las actuaciones judiciales. En el plano político, la situación tensiona al grupo municipal socialista, que hasta ahora ha evitado pronunciarse públicamente. La apertura de diligencias por parte de la Fiscalía —aún por determinar si derivará o no en una denuncia formal ante el juzgado— coloca al PSOE ante un escenario delicado en un municipio donde ya tiene una posición de debilidad (cinco concejales frente a la mayoría absoluta del PP). La suspensión de militancia supone un distanciamiento explícito de la organización respecto a Navarro.



