'Hasta la NASA señala a Málaga como una de las ciudades con mayor riesgo climático'
MÁLAGA- La portavoz del grupo municipal Con Málaga, la confluencia de Izquierda Unida, Podemos, Verdes Equo, Más País, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz en el Ayuntamiento de Málaga, Toni Morillas, denuncia que “Málaga carece de un plan municipal con medidas concretas contra el cambio climático, a pesar de que hasta la agencia espacial norteamericana, la NASA, está señalando a nuestra ciudad como una de las ciudades con mayor riesgo climático durante los próximos años”.

Morillas pide al alcalde que “dé un paso al frente para plantarle cara al cambio climático, con un plan municipal de cambio climático valiente que parta de algo básico como reunir a la comisión de seguimiento del Plan Alicia. Hay que saber cuáles son los impactos ambientales que el modelo de ciudad turistificada provoca para poner en marcha toda una estrategia que permita abordar dos cuestiones claves: una plan de movilidad sostenible, con el refuerzo del transporte público colectivo y una red de carriles bici que favorezca la movilidad ciclista. Y una apuesta real por unos barrios verdes, que permita desplegar toda una red de infraestructuras verdes, de refugios climáticos y de zonas verdes que permitan ir adaptando la ciudad para mitigar los efectos del cambio climático y su afección en la salud y la calidad de vida de las personas”.
Morillas refuerza que “la situación de emergencia climática que vive la ciudad de Málaga está constatada en informes recientes que alertan sobre la necesidad de que se adopten medidas con determinación y con valentía en materia de emergencia climática. Muy lejos, las medidas que han puesto en marcha el equipo de gobierno son claramente insuficientes, tras mucho confeti verde la realidad es que el PP practica el negacionismo climático en Málaga”.
La portavoz de la coalición de izquierdas cita dos informes hechos públicos en los últimos días, “uno de Ecologistas en Acción, que engloba a Málaga con las ciudades con más contaminación procedente del tráfico, ya que mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda que el máximo de dióxido de nitrógeno esté en torno a 10 miligramos por metro cúbico en la ciudad de Málaga sitúa en los 30 miligramos por metro cúbico, lo que dibuja un escenario de auténtico riesgo”.
Queda claro que “Málaga es una de las ciudades con más contaminación procedente del tráfico y, por tanto, es evidente que las medidas que se han adoptado en materia de movilidad por parte del Ayuntamiento de Málaga, como la zona de bajas emisiones, son insuficientes para la reducción del uso del vehículo privado”, valora Morillas.
“El otro informe lo emite la NASA, que sitúa a Málaga entre las ciudades de España con mayor riesgo climático y hace un pronóstico de cómo se pueden elevar las temperaturas en los próximos años, con períodos de más de tres meses consecutivos con temperaturas superiores a los 35º, junto a una situación estructural de estrés hídrico. Sin duda dibuja una situación de extraordinario riesgo climático y perjuicio para la salud y la calidad de vida”, detalla Morillas.
Morillas emplaza al alcalde a que “no vale seguir yendo a cámara lenta, es hora de meter el turbo a medidas eficaces para mitigar los efectos del cambio climático, adaptar la ciudad a la situación de riesgo climático y reducir la emisión de gases. Hay que abandonar el negacionismo climático, y dejar de aprobar planes, como el Plan Alicia o el Plan para la Movilidad Sostenible, para luego no dotarlos de recursos ni presupuestos y dejarlos sin desarrollar. En más, desde 2022 ni siquiera se ha reunido a la comisión de seguimiento del Plan Alicia para poder evaluar en qué medida se está ejecutando”.
El portavoz adjunto de Con Málaga, Nico Sguiglia, incide en la “necesidad de atender la realidad innegable de los riesgos que entraña la emergencia climática para la ciudadanía de Málaga, con un equipo de gobierno que despliega políticas que alientan el desastre climático. Sufrimos la ausencia de medidas para una sostenibilidad real y el PP impulsa un modelo de turistificación que echa más madera, la falta de control a la actividad contaminante de los cruceros es un ejemplo”.