Cuenta con un presupuesto 132 millones de euros
Estepona (MÁLAGA)- El mercado inmobiliario de la Costa del Sol cierra el año con un nuevo techo de precios superado. Según los análisis de cierre de ejercicio, la llamada “Nueva Milla de Oro” de Estepona afronta 2026 habiendo superado la barrera técnica de los 7.000 €/m² en sus desarrollos más exclusivos. Este salto de valor responde a una inyección de capital público y privado sin precedentes que se cristalizará en los próximos meses.
La ciudad llega al final de 2025 con la consolidación de su imagen de “Jardín de la Costa del Sol” y sigue escalando posiciones en el mapa internacional de inversión inmobiliaria premium. La previsión alcista para 2026 se apoya en la seguridad jurídica y estética del municipio. El Ayuntamiento ha aprobado un presupuesto histórico de 132 millones de euros para el próximo ejercicio.
Para el inversor, el dato clave no es solo el total, sino el desglose: 35 millones de euros se destinarán exclusivamente al mantenimiento y la estética urbana, garantizando que el entorno de los activos inmobiliarios no se degrade. A esto se suma una política fiscal con 6,6 millones dedicados a la rebaja del IBI (un 20% de ahorro medio acumulado), lo que incentiva la compra de viviendas como primera residencia de alto nivel.
Proyectos que marcarán el ritmo de 2026 en la ciudad
En este contexto, Tyrian Residences, con finalización prevista para el verano de 2026, se presenta como uno de los proyectos que ejemplifican la nueva relación entre residencial prime y ciudad. Más allá de la arquitectura y los servicios internos, el desarrollo incorpora un elemento urbano singular: el Smart Boulevard.
Este bulevar inteligente, alineado con el gran vestíbulo de Tyrian y situado a nivel de calle, se concibe como un espacio ajardinado de uso abierto, no restringido únicamente a residentes. El diseño prioriza el tránsito peatonal, integra vegetación resistente a la sequía y sistemas de riego inteligentes, e introduce materiales y soluciones técnicas orientadas a reducir el ruido y optimizar el consumo energético, como pavimento fonoabsorbente e iluminación adaptativa ligada a la velocidad del tráfico.
En una ciudad que ha hecho del espacio público una de sus principales señas de identidad, este tipo de intervenciones funciona como prolongación del residencial hacia la calle.
El año 2026 aparece en el calendario de Estepona como una fecha clave para comprobar hasta dónde llega su apuesta por la desestacionalización. Entre los hitos previstos destaca la apertura del Starlite Beach Club dentro del complejo Laguna Costa del Sol, concebido como un distrito de ocio capaz de atraer turismo de alto poder adquisitivo fuera de los meses centrales de verano y de generar un efecto arrastre sobre las urbanizaciones cercanas, como Alcazaba Beach o Los Granados.
Este movimiento no llega solo. En paralelo avanza el reposicionamiento del antiguo Kempinski bajo la marca Bahía Estepona – The Meliá Collection, con un enfoque claro en bienestar, gastronomía y segmento alto; la renovación integral del Hotel Las Dunas, que reabrirá como parte de Marriott Autograph Collection; y la consolidación del METT Hotel & Beach Resort Marbella–Estepona, que ha introducido en la ciudad un modelo de resort lifestyle con fuerte peso de la restauración y los beach clubs de destino. A estos nombres se suman otras operaciones sobre activos de cuatro y cinco estrellas que refuerzan la presencia de grandes cadenas internacionales.
Un mapa que se reorganiza
A las puertas de 2026, el mapa inversor de Estepona se ha ido concentrando en tres ejes claros que, juntos, explican el salto de la ciudad. En la Nueva Milla de Oro, la franja que conecta Guadalmina con la entrada de Estepona, se mantiene el corazón del segmento alto. La combinación de primera línea de mar, servicios de estilo resort y gestión profesionalizada de los activos sostiene precios en la banda de 6.000–8.000 €/m² en la obra nueva prime y atrae a un comprador eminentemente internacional, acostumbrado a productos de marca y estándares de servicio propios de otros destinos consolidados del Mediterráneo.
Un segundo foco se sitúa en Las Mesas, que en pocos años ha pasado de zona emergente a uno de los principales frentes de crecimiento vertical de la ciudad. Las promociones de apartamentos modernos, las vistas al puerto deportivo y la posibilidad de llegar andando al casco urbano han generado un mercado muy activo, tanto de primeras residencias como de estancias medias.
El tercer eje se encuentra en el Casco Antiguo, donde el proyecto municipal “Jardín de la Costa del Sol” ha consolidado un centro histórico peatonal, cuidado y orientado a la experiencia urbana. Calles engalanadas, plazas renovadas y una oferta creciente de restaurantes y pequeños negocios han impulsado la rehabilitación de las casas mata tradicionales, que hoy se comercializan como activo boutique.
La iniciativa pública
El dinamismo privado se ve acompañado por una agenda pública que actúa como garante de valor. Entre las infraestructuras programadas destaca el gran Bulevar Parque Central, cuyas obras ya adjudicadas suponen una inversión superior a los 17,3 millones de euros. Esta actuación, que transformará la antigua carretera N-340 a su paso por el centro (Avenida San Lorenzo), no es una obra aislada, sino la pieza final que conecta el "Jardín de la Costa del Sol" con el litoral y el nuevo hito cultural de la ciudad, el Mirador del Carmen.
El proyecto incluye un aparcamiento subterráneo para más de 300 vehículos que se integrará en la pionera Red Municipal de Aparcamientos a 1 euro al día, un modelo de gestión que ha diferenciado a Estepona de otros municipios costeros, facilitando la movilidad y la rotación comercial. Si se cumplen los plazos de 18 meses, el bulevar estará operativo hacia el último tramo de 2026, coincidiendo con la entrega de desarrollos residenciales clave como Tyrian Residences.
A este eje se suman otras líneas de actuación pública que dan contexto a la inversión privada: la continuidad del proyecto “Jardín de la Costa del Sol” en calles y plazas secundarias, la mejora de tramos de la Senda Litoral y la política de rebaja del IBI. Además, el consistorio ha blindado una partida de 10 millones de euros destinada exclusivamente a gasto social y atención a la dependencia.





