La física veleña lleva más de 20 años investigando la energía de fusión
MÁLAGA-Ha pasado un mes del gran apagón eléctrico que nos sumió a todos en un caos, mostrando la dependencia de la energía eléctrica a la que estamos sometidos. Ante esto, la búsqueda de nuevos tipos de energía es crucial y para ello , la física veleña Sehila M González de Vicente, lleva años investigando la fusión nuclear.
González de Vicente es licenciada en Física y doctora en Física de Materiales por la Universidad Complutense de Madrid, así como MBA por la EOI Business School y cuenta con más de 20 años de experiencia en tecnologías de fusión y materiales. Residente en Torrox, actualmente teletrabaja como Directora Global de Energía de Fusión en Clean Air Task Force.
Pero, para entender su motivación a seguir esta línea de investigación, es necesario conocer qué es la fusión nuclear. “Consiste en la unión de dos núcleos, de dos elementos ligeros, normalmente hablamos de hidrógeno o de isótopos de hidrógeno. En lo que consiste la fusión es en acercar dos nucleos de esos atomos ligeros y hacer que se unan. Esto, que suena fácil, es complicado, porque cuando uno intenta unir dos núcleos, se repelen porque tienen carga positiva y para que se unan tienen que vencerse esas fuerzas de repulsión y entrar en el rango de una fuerza que se llama fuerza de acción de campo corto, donde ya es posible que la fusión ocurra. Al producirse la fusión se produce un déficit de energía, el átomo o el núcleo resultante es más ligero y esa masa que se pierde, no se pierde, se transforma en energía y de ahí es de donde viene la energía de fusión. Esta reacción se da en el sol, el sol brilla y nos da energía porque es una máquina de fusión”, explica la física.
Su interés por esta energía surgió mientras estudiaba la carrera, concretamente cuando en los ultimos anyos se familiarizo con el proyecto ITER . ITER es un proyecto internacional para ocntruir la maquina de fusion mas grande del mundo, situado al sur de Francia. “Este es un proyecto internacional en el que participan 35 países como Estados Unidos, Europa, Japón, India, China, Corea, entre otros. España había optado a hacerse de este reactor nuclear y finalmente fue a Francia. En el CIEMAT, en Madrid, se encuentra el Laboratorio Nacional de Fusión, ofrecían becas de doctorado para estudiar materiales para fusión y para esa máquina en concreto. Como ese tema siempre me interesó, lo vi, lo pedí, me la dieron y ahí empezó todo”.
Maquinaria
Como todas las energías, necesitan de una maquinaria o un recurso para explotarlas y generarlas. Tal y como explica González de Vicente, en el caso de la energía de fusión, la máquina de fusión más avanzada que hay se llama TOKAMAK, inventada en Rusia. Este concepto es la base de ITER y otras maquinas como la que se esta contruyendo cerca de
Boston de manera más avanzada o una variante de ella en Sevilla. “Hay máquinas TOKAMAK que ya funcionan a nivel de laboratorio, como ASTEC en Alemania o JET, que se cerró hace unos cuantos meses en Inglaterra”, explica la veleña.
“Pero estas son máquinas experimentales y lo que se quiere hacer es una planta comercial que sea capaz de producir energía a la red. Eso es lo que se está haciendo ahora, se están construyendo prototipos que tengan un uso comercial, que puedan producir energía a un precio competitivo y que los usuarios lo podamos utilizar”, cuenta la física.
A pesar de que se esté trabajando con máquinas experimentales que generan esta energía, aún no se está empleando en ningún caso. Sin embargo, una vez se pueda comenzar a emplear, sus usos son variados y necesarios por las diversas cualidades que presenta. “Una de las cualidades que tiene es que le daría mucha estabilidad y robustez a la red. Evitaría que se produjeran apagones del tipo que tuvimos hace un mes, porque es una energía firme que funciona 24 horas al día, 7 días a la semana, 375 días al año y es síncrona”, expone González de Vicente, añadiendo que “otra de las ventajas que tiene es que hace un uso muy reducido de la tierra. No necesitas cientos de hectáreas para generar energía, al contrario, es una fuente de energía de alta densidad. Necesitas poco espacio para realmente producir mucha energia. Es un proceso muy energético”.
Bajo impacto medioambiental
La física explica que otra de sus ventajas es que no emplea uranio y plutonio, ya que utiliza isótopos de hidrógeno, como el tritio y el deuterio. Por ello, “no genera residuos radiactivos de alta activación ni nada que se le parezca. Se parecen más a los residuos que se genera en centros hospitalarios, que se reciclan y hay formas de deshacerse de ella”, explica.
De esta manera, contribuye con el medioambiente, ya que “tiene un impacto ambiental muy reducido”. “Primero porque no ocupa mucho espacio, segundo, porque es una energía que sí que genera algún residuo, pero nada que ver con lo que genera una central de fisión que son residuos de alta activación. Es verdad que se generan algunos residuos de baja intensidad, pero como he dicho antes, esos residuos se generan en otro tipo de industria y se transforman, se reciclan y se gestionan correctamente desde hace mucho tiempo”, expone la veleña, quien añade que es una energía muy segura porque, una de las razones por las que no se ha desarrollado todavía es porque “es muy compleja tecnológicamente”.
Por ello, “lo difícil es que la máquina funcione y mantener las condiciones necesarias para que esas reacciones de fusión se lleven a cabo. En el momento en el que esas condiciones no son las óptimas, la máquina se apaga”, explica González de Vicente.
Una vez se consiga implantar la energía de la fusión, que se estima que puede ser en 10 o 15 años de manera comercial, la física prevé poder reemplazar con ella energías más contaminantes por la quema de carbón, la quema de gas o cualquier tipo de quema de combustible fósil. “Cada vez se necesita más energía, porque en la sociedad nos hemos acostumbrado a necesitar más energía para vivir. Todo el mundo tiene su móvil, su ordenador, la nube, datos… Nos estamos electrificando, ya tenemos coches eléctricos y las casas son fundamentalmente eléctricas, muy poca gente tiene gas”, expone la veleña, que reitera que “todo funciona con electricidad”. “Hay una demanda que se está incrementando y tenemos que poner nuevas fuentes de energía limpias, sostenibles y preferiblemente firmes que nos den estabilidad a la red en el mercado. Y la fusión es una de ellas”, concluye.
Con esto, Sehila González considera fundamental visibilizar esta energía de fusión la cual es un reemplazo perfecto a combustibles fósiles y con la que se asegura estabilidad en la red que evitaría sucesos como el apagón vivido hace un años. Y para ello, sigue trabajando.
