El reconocimiento destaca el modelo municipal basado en el diálogo y la participación ciudadana
MÁLAGA- El Ayuntamiento de Málaga ha recibido este martes la acreditación de Ciudad Mediadora, un reconocimiento otorgado por el Foro Internacional de Mediadores Profesionales (FIMEP) que distingue el compromiso de la capital malagueña con la promoción de la mediación y la resolución pacífica de conflictos. El alcalde, Francisco de la Torre, ha recogido la distinción en un acto celebrado en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento, en presencia del director de FIMEP, Javier Alés, y representantes de las cinco áreas municipales implicadas en el impulso y desarrollo de los servicios de mediación local.

La ciudad obtiene así un distintivo que reconoce una trayectoria institucional centrada en fomentar la cultura del diálogo, la prevención de conflictos y la participación de la ciudadanía como vía de entendimiento y convivencia. Málaga forma parte activa del Grupo de Trabajo Mediación Málaga desde su constitución en 2015, un espacio colaborativo entre administraciones públicas, entidades y colegios profesionales que tiene como objetivo acercar la mediación a la vida cotidiana de la ciudad.
Cinco modalidades de mediación al servicio de la ciudadanía
Actualmente, el Ayuntamiento de Málaga ofrece cinco servicios de mediación impulsados desde diferentes áreas municipales. Uno de los más consolidados es el Servicio de Intervención y Mediación Comunitaria, puesto en marcha en 2013 por el Área de Participación Ciudadana, y que promueve la resolución de conflictos vecinales a través de herramientas como la empatía, el respeto mutuo y la comunicación activa. Solo en el último año, este equipo ha desarrollado 188 intervenciones en centros docentes con la participación de 1.762 personas de todos los distritos.
A este dispositivo se suman el Servicio Municipal de Orientación y Mediación en Conflictos Familiares, del Área de Derechos Sociales, que realizó 990 intervenciones el pasado año; el Servicio de Mediación de la Policía Local, con 239 expedientes tramitados en 2024; el Programa de Formación en Resolución de Conflictos y Mediación Escolar, dependiente del Área de Educación y presente en 23 centros educativos durante el curso pasado; y el Servicio de Intermediación en materia de Vivienda, que llevó a cabo 308 atenciones a través de asesoramiento jurídico y técnico para prevenir conflictos relacionados con el uso de la vivienda.
Un reconocimiento a una política pública transversal
En el acto de entrega de la acreditación han estado presentes los concejales delegados de Participación Ciudadana, Derechos Sociales, Educación, Seguridad y representantes del Instituto Municipal de la Vivienda, áreas que, de forma coordinada, integran la mesa técnica de mediación municipal, creada en 2021 para fortalecer el trabajo conjunto entre profesionales, delimitar competencias y diseñar intervenciones eficaces.
Este reconocimiento no solo pone en valor la labor municipal, sino que también subraya la importancia de la institucionalización de la mediación como herramienta de transformación social, desde el ámbito educativo hasta la intervención comunitaria, pasando por la gestión de conflictos familiares y vecinales. Según el FIMEP, Málaga se convierte así en ejemplo para otros municipios en el diseño de servicios públicos que colocan a las personas en el centro y apuestan por la vía pacífica para resolver tensiones sociales.
Una ciudad que apuesta por la convivencia y la participación
Durante su intervención, el alcalde Francisco de la Torre ha destacado que este reconocimiento “refuerza la apuesta que desde hace años hace Málaga por la participación, la cohesión social y el fortalecimiento de la convivencia en todos los barrios”. Ha agradecido el trabajo de los equipos municipales implicados, así como la colaboración con entidades externas y profesionales que han contribuido a consolidar esta red pública de mediación.
La ciudad sigue ampliando sus recursos en esta materia y, según se anunció durante el acto, en los próximos meses se estudiará la incorporación de nuevos mecanismos de seguimiento y evaluación de resultados, así como la ampliación de la formación en mediación dirigida tanto a personal técnico como a representantes vecinales, con el fin de extender esta cultura de diálogo a más ámbitos de la vida ciudadana.