Los malagueños con casa y extra radiados, los inquilinazos turísticos, los hombres de Paco y sus contrariados, ultratumbas y san gabrieles; deben de estar rebosantes de calendario porque el Alcalde de la City boquerona, cumple sus bodas de plata en la Casona del Parque. Todo un hito tener un alcalde de duralex, tal predije a los nuestros, al relevar don Francisco a doña Celia; algunos me llevaron la contra, cuando eran los artífices de las eternas batallas del PSOE malagueño entre guerrilleros y renovables, amén que habían producido una ruralización de los poderes orgánicos del partido; pruebas que a lo veinticinco años viene mal dando razones a mi tristeza política, en la extensa línea de Costa y Sol hasta de Antequera.
En el recorrido periodístico de la gran onomástica, el bastón de mando se apunta en la cartera todas las obras acaecidas en su mandato, propias y ajenas; siempre le dije a los mandamases míos, que el AVE y todo lo que trajéramos los socialistas, se lo apuntaría de oficio la alcaldía como mérito. A De la Torre tenemos que agradecerle su cansancio estajanovista, hasta agotarnos por cansino, pero los números cantan y tantas fechas no se ganan de forma gratuita. Mis afines han tratado de pasaportarlo y los cabezas de listas han conseguido como mucho una canonjía ostracista.
Algunos de los más antiguos del lugar, antifranquistas, intentaron echarle agua caliente, por su pasado servilista como Presidente de la Diputación de la Dictadura, pasa palabra; sus camaradas bendodistas le han preparado el catre para juguetear al relevo por edad, ni por esas; doña Clara ha querido apacentarlo en el dulce hogar, pero su Paco siempre tiene papeles pendientes y un trono para huir por la campana. Sé del agotamiento en las tareas municipales, de incomparable mérito frente a otras labores públicas, por eso no me pesa y obliga a felicitar a nuestro munícipe matusalénico-¡larga vida!-