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A por el voto inútil

Hoy 18 de julio nos ha pillado a los demócratas en plenas elecciones, a los otros, con el remolque de la nostalgia del Golpe más sangriento sufrido por nuestros mayores, santiguándose a lo ultra, para ganarles a los enemigos de su exclusiva España el 23 de la gran canícula. Como existe una encuesta oficial, la increíble según denostaciones, y tantas privadas, de exponencial crecida al servicio del negocio, faltaría más; los de la Regla, han impuesto que los vaticinios de la última semana hasta el DíaJ, nada más que puedan leerse de estraperlo vía Andorra, furibundo error para los Medios sin remedio, y para los que esperarían una Tezanos previa a la  jornada de reflexión, para que no se nos atragante la porra. Lo que está sobre la mesa y debajo lo sabemos, la cosa está tan reñida, que cada cual espera el efecto Bernabéu para sus colores. Me llamó la atención que Pedro Sánchez apelara hasta al voto troglodita que se esconde debajo de las piedras; pero más, en su dechado de prepotencia por los pelos del PP, con la armada Feijóo llamando al voto útil pescando en aguas ajenas, según su menú, centrando a los extremistas de VOX y a los votantes del PSOE dubitativos, cóctel de cogorza. Me he tomado la pequeña molestia de echarle un vistazo a los partidos y coaliciones que ofrecen sus listados para diputados y senadores, de los esperados ya se sabe, pero de los inesperables, uno empieza a creer en la cantidad de devotos de creencias imposibles, y del montonazo de egos ilusos que se ven bonites al asomarse por el barrio. De su inamovible tesón, aunque inane, uno puede pensar que ahí está el voto inútil, pero quién le pone el cascabel al gato, para invitarlos a votar para la panda de utilitarios.

Curro Flores

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