Es probable que este sea el mayor problema de nuestra sociedad. Es tan laxa que es inconsistente. Está falta de estabilidad, solidez y coherencia por lo que también le falta durabilidad. Lo que hoy es, mañana no se sabe. Y esta inconsistencia se manifiesta claramente en nuestros políticos. No creo que ninguno de los políticos actuales sepan cual es su función social. Si lo supieran tendría que adoptar una serie de medidas consistentes, estables, solidas y coherentes. Eso hoy no es posible.
El actual gobierno está aferrado al poder como naufrago se aferra a una barcaza ocupada por maleantes y causantes del naufragio. Da igual lo que tenga que hacer para subirse en la barcaza: dará cuantas vueltas al revés como hagan falta y después las dará al derecho. Buceará. Pero sobre todo, tratara de comprar voluntades para que lo dejen subir. Se aproxima una borrasca y no quiere que le pille en el agua. Y esa borrasca puede venir cargada de granizos en forma de voluntad popular. Y eso para nuestro naufrago es temible. Teme no acabar con quienes iban en el barco, cómodamente sentados, y que el naufragio los ha metido en una barcaza no acabar lo que iniciaron: la parcelación de España y la destrucción de la democracia para implantar una dictadura al estilo de las imperantes en el Cartel de Puebla. Nada mas. No quiere otra cosa. Necesita mantener el poder para seguir destruyendo los pilares de la democracia y sometiendo al pueblo y para ello hará cuanto sea necesario.
Los ministros de este gobierno cuando algún miembro de la oposición habla de convocar una manifestación grande contra la política del gobierno lo considera como un acto de golpe de Estado. O lo que es lo mismo nadie puede manifestarse contra el gobierno, pues sería como dar un golpe de estado. Eso solo ocurre en las dictaduras que a fin de cuentas es lo que pretenden implantar quienes hoy son ministros en el gobierno y sin ningún pudor colocan a maridos e hijos y no dimiten aun cuando sea la UE quien la señale.
La inconsistencia social es tan grande que en algun momento del naufragio en el que encuentra Pedro Sánchez piense que sea el salvavidas de su naufragio.
Esa inconsistencia social llega al extremo que lo que durante toda la vida social ha sido una demostración de las libertades que se instauran y defienden en una democracia, que el una manifestación, con este gobierno en funciones sea catalogado por los miembros del gobierno naufragado como un golpe de estado. Y, lo peor de todo es que a esa manifestación iremos menos de los que deberíamos ir. La inconsistencia social adormece realidades. Y lo que se quiere implantar en España es una dictadura. Justo lo contrario de una manifestación para expresar opiniones contrarias al gobierno. Si no somos capaces de parar al sanchismo dentro de poco al son de la campana iremos a manifestarnos en favor del comunismo.
