Las insolencias de las torres de de la Torre en la Rosaleda, la Princesa, el Paseo Marítimo del Este, podrían ser un disparate de la longeva añada de un edil para los hombres de Paco; pero cuando recobramos las esencias de su pasado franquista, se borró de wikipedia su bautizo como concejal de Urbanismo, tan joven que lo debieron vestir con el uniforme de cristianar de Falange. Las huellas de urbanisman le persiguen, como el mamotreto delante del Gibralfaro, incluida parte de la pantalla de ladrillos del Paseo de la Farola. Los despropósitos de la Málaga que los socialistas de Pedro Aparicio, tuvimos que coser y drenar, con nuestro primer Plan General de Urbanismo, premio nacional. Doña Celia, para el recuerdo, nombró de Urbanisman a su don Francisco, que tuvo que trasegar con las líneas de los socialistas hasta el relevo. En charla breve de ascensor casero, le sugerí a su sustituto que evitara hacer crecer la nómina de la Gerencia de Urbanismo, con las grúas pactando a lo loco en el horizonte, porque en las crisis nos pondría a su personal de brazos cruzados, jugando a los barquitos o en asonadas inquietantes. El buen hombre devoto en las creencias de la época, me ilustró y corrigió con la desaparición de las crisis en el capitalismo de nuevo cuño, a más ver don Marx. El Alcalde malagueño ha tenido que soportar con sonrojo, los ataques de las instituciones y privados, por el caos de la Gerencia de Urbanismo; bueno, menos ponerse colorado, porque para él lo rojo es muy de izquierdas. Ha tenido que someter la Gerencia a interrogatorio, con dictamen secreto de los auditores, del que se supo en conclusión los cambios realizados en el organigrama, melaza. Ahora estamos en huelga de los trabajadores de Urbanismo demandando el cese del Gerente; un informe de la Junta contrario a los cambios efectuados por el lio de laborales y funcionarios suplantando funciones; con el gravamen de que se ha ido inflando la nómina de personal laboral con 254 trabajadores que ejercen de labores funcionariales. ¿Cómo le ponemos al niño?
