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Un primo de los Martínez

León XIV ha elegido ser de la línea pontificia de los leones, aunque el ratón pueda ser el primero a la cabeza; no sé si por elección doctrinal, ha hecho un guiño a la grey en el autor de la Rerum Novarum, León XIII; aunque otros auguren que al ser elegido los dos vicecristos casi con la misma edad, pretenda míster Prevost llevar su reinado también a las bodas de plata como el del signore Pecci. 

Bergoglio hizo honor al Poverello de Asís para iluminar su papado, el yaqui-incaico ha lanzado su rayo retrovisor a la primera Doctrina Social de la Iglesia; la que estudiamos en PREU los del hogar de jubilado y ahora recordamos aquel libro de religión como agua de mayo, después de desbrozarnos el sexo con el infumable de moral católica en Sexto. Los tertulianos recordaron a Rafaela Aparicio, con su mandil de cocinera en la Casa de los Martínez) por fin un Martínez (un millón hay en España)  y no un Martini or Martin. 

Anteayer me sorprendía de los humos que habían salido por las fumatas de la Red; pero la verdad es que la cosa, ha sido vista y no vista, porque por el arte de lo más desconocido, los cardenales han sorprendido a los dichero con un American-Peruvian citizen cuasi desconocido, de la cuerda de Francisco, por lo cual el “eso está por ver” pertenece al misterio, y en el dogma del Misterio no hay quién les eche la pata, encima de casta agustiniana para interpretarlo. 

Yo ayer me quedé con  Sánchez, que salvó el envite en su batallar contra la cuerda floja, difícil gobernanza; pero con un solaz en el ventanal de enfrente, la perla del Finisterre (Feijoó), incapaz de levantar el vuelo liderando una banda de gaviotas encharcadas. Sánchez de Papa pudiera ser rarito, pero Socorro I marcaría su regencia.

 

Curro Flores

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