Ventana americana
En el día de hoy lo más sensato sería que en este espacio periodístico de la Agencia Málaga Actualidad nos dedicásemos, como lo hemos venido haciendo, a analizar la actualidad de lo acontecido allende los mares, en las Américas.
Deberíamos comentar lo que está sucediendo en Perú, donde el presidente Pedro Castillo intentó llevar a cabo un autogolpe de estado, como anteriormente lo hizo Alberto Fujimori, lo cual lo llevó a ser depuesto y encarcelado y condujo al país andino a una confrontación en la calle entre el nuevo Gobierno y los seguidores del maestro de escuela que prometió cambiar al país como si de su aula de clase se tratase.
Estaríamos obligados a referirnos al desafío que los cárteles de la droga y el crimen organizado le están suponiendo al Estado mexicano, puesto en jaque por los narco-ejércitos, mientras su mandatario se empeña en mantener un sofisma de distracción exigiendo al actual Rey de España que pida perdón por el sometimiento del imperio azteca a las huestes del explorador Hernán Cortés.
Tendríamos también que desarrollar un soliloquio periodístico sobre el efecto imitación del trumpismo entre la turbamulta bolsonarista, que intentó repetir en Brasilia lo ocurrido en Washington con el asalto al Capitolio en vísperas de la proclamación de Joe Biden como el cuadragésimo sexto mandatario de los Estados Unidos de América.
Pero todo lo anterior ha quedado opacado en estos días por el último capítulo en la historia de desamor entre la cantautora colombiana Shakira Isabel Mebarak Ripoll y el futbolista catalán Gerard Piqué Bernabéu, que por obra y gracia de las redes sociales ha desatado apasionadas discusiones (como suelen ser las de música y balompié) en todo el orbe.
Expertos y legos han diseccionado hasta lo más mínimo la letra de la canción de tres minutos y treinta y tres segundos, que la artista nacida en la caribeña ciudad de Barranquilla presentó en días pasados juntó al compositor y productor argentino conocido como Bizarrap. En esta melodía todos han asegurado encontrar indirectas muy directas contra la expareja y padre de los dos hijos de la intérprete del mundial "Waka – Waka".
Nada más tenemos que añadir sobre un tema que atañe a la vida privada de estas dos personas. Únicamente que en su momento "se juntaron dos buenos capitales", como diría Federico García Lorca en una de sus célebre tragedias teatrales, puesto que ambos son brillantes empresarios en su respectivos quehaceres: la música y el deporte. Nada extraño, pues la comunidad sirio-libanesa colombiana de donde procede ella, y la catalana de la cual es originario él, siempre han sido proclives a los buenos negocios. Y ahora han "partido cobijas", como se le dice en Colombia coloquialmente a la separación, sin complicación ya que entre ambos no mediaba ningún contrato nupcial, ni eclesiástico ni civil.
Permítasenos romper una lanza en favor de la artista atlanticense, la cual lejos de asumir el antiguo rol de mujer madura engañada y abandonada, se ha erigido en una fémina empoderada e independiente que ha sabido incluso rentabilizar el desamor. De ejemplo ha de servir para muchas otras damas que se encuentran en su misma situación, pero sin que a nadie ello le importe aunque traten de visibilizarlo en el engañoso alter mundo de las redes (para) sociales.
Y sí ahora sería el momento de que la gente volviese a vivir sus propias vidas y no las de otros. Abandonasen las discusiones bizantinas en internet y dejasen de tomar partido a favor o en contra de quienes no se lo han pedido. Y se concentrasen en los asuntos personales de cada cual, que son, indudablemente, de mayor importancia para cada cual.
[cabezon name="Luis Gabriel David" designation="Profesor y periodista" img="LUISGA" /]
