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Ultra

Unos ultras más. Nuestra sociedad está llena de ultras. Durante estos años a los que gobiernan se les ha llenado la boca a la hora de hablar de los ultras. Es como si lo usaran como término despectivo hacia quienes se quieren dirigir por no pensar como el gobierno quiere. Ya lo último     que nos faltaba por saber es el talante que el allegado a presidente demuestra con los compañeros de partido que no están de acuerdo con sus actuaciones. Digo actuaciones pues en el pensamiento ni siquiera se plantea. Lamban, Susana Díaz, o Page objetivo de las ultras críticas y ultras vilipendios de Sánchez y sus compinches. Ninguno de ellos saben lo que es ganar unas elecciones democráticas, Sánchez a día de hoy no ha ganado ninguna elección a la que se ha presentado. Desde que Sánchez se pegó al sillón de la Moncloa ocurren en España situaciones increíbles que si nos la hubiesen comentado hace unos años no lo hubiésemos imaginado que ocurrirían. Apagón peninsular, caos ferroviario y Barajas ocupada por sin techos. Todo ello en un país en el según los gobernantes la economía va como un cohete. Veamos. Se busca una vivienda para alquilar con un SMI, y no la encontramos, la tenemos que compartir; vamos al supermercado y el encarecimiento de los productos básicos es tal que no podemos comprar lo que se necesita en una casa para alimentarse modestamente. En resumidas cuentas pienso que nuestro país lo que verdaderamente tiene es un presidente de gobierno “ultra”. Todo lo hace en extremos tanto la subida del SMI como el encarecimiento de la vida. Tanto insulta a Israel, como que se le compran armas. Tanto dice una cosa como dice otra con el mismo convencimiento de que aun contradictorias sean lo mismo con ligeros matices. Es ultra también en la comunicación y denostación de sus oponentes. En el desequilibrio a que ha sometido a nuestra democracia. Es también ultra en las ausencias públicas para evitar que lo abucheen. Es ultra en no contestar a preguntas a las que debería responder para transparencia democrática. En la manipulación de cuantos se acercan a el para tener buen sombra y usarlos como defensa y muro frente a los ataques y chantajes a los que se ve sometido por no bajarse del poder. Es ultra por considerar que todo lo que que no sea su pensamiento es nefasto para la sociedad. Es ultra en el mantenimiento de la corrupción gubernamental.  Lo que no sabemos hasta cuando vamos a tener un presidente ultra que trata por todos los medios destruir nuestros valores y principios democráticos. Hemos de tener en cuenta que si derribamos estatuas de Cristobal Colón, si nos avergonzamos de nuestras raíces, de nuestra identidad, incluso de nuestro progreso, nuestra sociedad será aniquilada por quienes defienden a sus héroes, sus raíces y sus principios. En este sentido Rusia, China y el Islam nos llevan ventaja. 

 

Fernando Guerrero

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