La emoción suele ser una manifestación de los sentimientos más afectivos de las personas. La emoción aflora de lo más íntimo de las personas y normalmente se manifiesta en lágrimas y expresiones verbales o gestuales de afecto. La emoción también puede ser provocada por los recuerdos de hechos que supusieron en su día sentimientos encontrados o definidos en las personas. El uso de la provocación de la emoción suele ser aprovechado por quienes, carentes de buenos sentimientos, pretenden aprovecharse de las personas alterando su ánimo de manera intensa y pasajera a fin de inclinar sus ánimos hacia unos u otros derroteros.
Entiendo que es lo que ha ocurrido en Valencia en a celebración del funeral de Estado organizado por el gobierno de Pedro Sánchez. Doscientos treinta y siete nombres de las víctimas del desastre ocurrido hace un año en Valencia. Desastre provocado por el abandono del mantenimiento de las infraestructuras durante años y años. Desastre, cuya reparación económica, igual que el del volcán de las Islas Canarias está abandonado. Desastre del que solo se aprovechan quienes sabiendo de la forma torticera de manipular los sentimientos de las personas afectadas piensan que obtendrán un rédito político.
El presidente Sánchez y su gobierno acusan constantemente a los demás de lo que ellos hacen. En su comparecencia en el Senado ha acusado a la Comisión ante la que ha declarado de ser un circo. En todos los actos de sus familiares y sus allegados siempre los suyos han acusado a quienes se han atrevido a hablar y opinar y demostrar cuanto han dicho y opinado de ser bulos creados por la derecha y extrema derecha mediática. El presidente Sánchez y su gobierno siguen la premisa de que repetir mil veces una mentira la convierte en verdad.
Doscientas treinta y siete víctimas de un fenómeno natural cuya alarma fue mal gestionada. Frente a esta enumeración de las víctimas de la dana falta en nuestro parlamento una enumeración de las víctimas de ETA. Si no todas, sí las que estuvieron sentadas en el hemiciclo de la democracia.
La diferencia es clara: los sentimientos de los valencianos hay que manipularlos en contra del partido que está gobernando la Comunidad Valenciana, mientras que la enumeración de los demócratas asesinados por ETA molestaría a los socios de Sánchez.
Tal como decía Ray Bradbury nuestra sociedad se caracteriza por estar llena de noticias incombustibles que hacen que nos sintamos agobiados, pero que a su vez pensamos que somos inteligentes. Nos hacen creer que estamos pensando y que nos movemos, pero en realidad ni pensamos y además estamos quietos, pero aun así nos hacen que nos sintamos felices.
