Me he emocionado al ver el video que su hijo Germán Aparicio me ha enviado: las Juventudes Socialistas malagueñas, evocando el aniversario del fallecimiento del alcalde socialista de la Ciudad de Málaga, en jornadas de miles al Comic, y hurgando en la IA, han querido recordar a nuestro Pedro Aparicio por su talante, obras y conocimiento al frente de la Casona del Parque, como primer alcalde democrático.
El video me ha hecho un nudo en la garganta, como días atrás el artículo de su eterno jefe de Prensa, Luciano González Osorio. Ahora bien, la Red está para algo y desde el envío a tantos amigos y conocidos del video juvenil, no paro de recibir emocionadas respuestas que me aumentan la congoja y la emoción de devoto ante el amigo ido y nunca desaparecido. La evocación al Guerra en el titular, de inmediato la hubiera hecho desaparecer mi alcalde, porque siempre fiel y respetuoso con la democracia, más con unos ciudadanos que lo eligieron por cuatro veces, los destinos de sus votos, nunca serían para “nadie”, como presumía el torero cordobés de antaño.
Tenía ante mí tres mil historias de nuestra vida en común, desde cuando me ayudaba como secretario de Prensa del PSOE, en la organización de nuestro grupo de actividades, siendo el único más instruido periodísticamente en el equipo, hasta que me delegara tantas veces las actividades culturales y afines en el Ayuntamiento; pero siendo todo esto, más los interminables folios de actuaciones que tengo en mi escritorio, elaborados por él para mis compañeros de edilazgo.
A veces la monotonía de los cursos, pasa por desapercibido, la guía permanente que elaboró para el curso de la vida municipal democrática de la Ciudad, que no se ha atrevido a desviar hasta ahora el sentido del voto. Me alegra sobremanera que nuestras Juventudes, en tiempos tan atribulados, tomen a Pedro Aparicio como eje, porque con su ejemplo, nuestro “alguien”, vuestro, aparecerá de nuevo para renovar el orgullo de nuestra dolida militancia.
