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Ausencia de Derecho

Recordemos. Granada. Ciudad de la Alambra, del Generalífe. Ciudad que ha aportado un halo de esplendor a la formación humanitaria de Andalucía y de España. Cuna del humanismo de San Juan de Dios y más recientemente del de Fray Leopoldo de Alpandeire. Ciudad obrera y universitaria en la que en muchas ocasiones, tiempo ha, se unían los intereses de unos y de otros para reivindicar libertades y derechos. Libertades y derechos que en una conferencia de Macarena Olona en la facultad de derecho fueron pisoteados de la misma manera, que tiempo ha, las fuerzas policiales de entonces impedían el ejercicio de las libertades de reunión y expresión en ese mismo paraninfo, el de la Facultad de Derecho. No es la primera vez. En noviembre de dos mil trece se impidió que Alfredo Pérez Rubalcaba hablara en la facultad de Ciencias de Granada. En ambos casos, el de Rubalcaba y Olona, son ciudadanos con una formación profesional y humana, a quienes se les ha realizado una agresión física e intelectual por no pensar de igual manera que quienes jalean a esa misma turba alborotadora.

Turba alborotadora que alentada por elementos del gobierno de nuestra nación no duda en atacar, amedrentar, insultar, empujar, impedir hablar, expulsar del lugar de reunión y a ser posible que sirva como ejemplo para que nadie que piense de manera distintas a quienes dirigen a las diferentes turbas alborotadoras puedan expresar sus ideas.

El último acontecimiento, en la Complutense de Madrid, bochornoso y plena manifestación del deterioro de nuestra democracia y el avance de una dictadura encubierta, se ha convertido en la expresión de lo que le espera a España en los próximos años.

Existe una diferencia esencial entre quienes van a una universidad a exponer sus ideas de manera democrática y quienes impiden esa exposición de manera violenta: los primeros, pasaron por la universidad para formarse no solo en las materias propias de sus estudios sino en la humanización y comprensión de las distintas tendencias sociales; los segundos, los de la algarada, no aprenden de la universidad. La quieren someter para que solo sus tendencias sean las validas en la sociedad. Los primeros, demócratas. Los segundos, dictadores.

Este gobierno progresista deja un verdadero campo de minas para los próximos años. Todos ellos encaminados a desestabilizar cualquier gobierno que no sea el de ellos y además teniendo distinta vara de medir. Veremos a donde nos conduce un campo de minas como el que la nueva regulación penal establece.

[cabezon name="Fernando Guerrero" designation="Ensayista" img="guerrero" /]

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