De las primeras operaciones de la corporación malagueña de 1979, estuvo desmantelar las chabolas de la Estación del Perro, ahora bendita playa del Paseo Marítimo del Oeste, con sus pisos a más millón. El otro día me quedé aterrorizado, por los datos anuales del Colegio de Arquitectos, de su informe de las viviendas visadas en 2023, de las 7.000 de la provincia, solo 70 corresponden a VPO. Como también muestra la decana Susana Gómez de Lara, es para denunciar la situación, porque aunque la oferta y la demanda tengan un ritmo salsero, la necesidad de tener un techo para los menos pudientes va de marcha fúnebre. La reciente campaña municipal, el candidato socialista, Daniel Pérez, puso por delante de cualquier objetivo programático, la construcción de 10.000 viviendas sociales, si salía elegido durante su cuatrienio. La cosa, como se sabe no caló; el alcalde requeté elegido, Francisco de la Torre, ante la propuesta de Daniel, le acusó de demagogo, vende humos y algunas lindezas, sobre la que imponía su augusta autoridad y seriedad, frente a una ocurrencia inane del joven socialista. Es más, los partidos que gobernaban la Casona del Parque, PP y Ciudadanos, firmaron en febrero del 2023 un acuerdo para construir en un quinquenio 8.900 viviendas sociales, papeluchos de barbecho, visto el informe de los colegiados masones. Como era época de campaña, los afectísimos al primer edil, amigos de hacer fortuna con el ladrillo, no tuvieron empacho en poner en solfa el plan de Dani, declarándolo imposible, por su experiencia vital de obtener suelo y calificarlo en tan poco tiempo, acostumbrados ellos a la lentitud de la burocracia municipal a la hora de ultimar sus promociones; se les olvidó por cobas, señalar que la Gerencia de Urbanismo de Málaga estaba próxima a una auditoría interna por su laberíntica y lenta gestión del papeleo. Esta levedad que escribo me preocupa ante los datos y el palabrerío de los llamados competentes, espero que no vuelvan más chabolas como las de la Estación del Perro, pero a 70 al año me salen 350 viviendas en cinco años.