Nunca he tenido un avión, salvo los que venían en el sobre de estampitas, para echar a volar sobre el pupitre. Ni empresario jet, ni dignatario, mis vuelos son de paganinis low cost, así que teniendo la parte proporcional del chirimbolo jodido del Falcón, dispuesto para los viajes del presidente Pedro Sánchez, me siento tan orgulloso de tenerlo al servicio de la democracia, como tan desalentado por los servicios de reparaciones; uno se puede preguntar, si eso pasa con la revisión del oficial, tentarse la ropa con los que apenas le dan tiempo para recoger las migas del vuelo anterior, y te ponen el cinturón a la carrera, sin tiempo para sacar la table de la bolsa. Lo que me sustrajo fue el titular de primera página: “El Falcón de Sánchez sufre un problema cuando iba a Doñana”, les faltó escribir: lástima, no hubo víctima destacable. Son hábitos de las malas artes que se manejan en los fondos de reptiles, pegar aguijonazos, de esos que envenenan al personal y sus parentelas, haciéndolos sentirse víctimas de abusos, tantos son, que basta hacer dueño del avión al presi, para disfrutar de unos días de relax en el Coto onubense, para que me monte mi interlocutor una peli de la mafia en el desayuno. Servida la derecha. La otra cosilla de esas que se escriben a coste de malicia, es el cambio del bastón de mando en el pueblo de Humilladero, por un voto de censura contra el ex regidor del PP, por los concejales del PSOE e IU, dice el mismo libelo a 2 euros, su única verdad, el precio lo más creíble que edita; - que los citados partidos, quitan la alcaldía de Humilladeros al PP…; las alcaldías, hasta las eternizables, tipo De la Torre, no son en propiedad, ni tan siquiera las que quitaba Bendodo en los pueblos de la provincia de Málaga, fomentando el trasfuguismo.
