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PASCUA ELECTORAL

Con más de la mitad de los votos de las municipales contantes, los sonantes almuédanos de los minaretes de Estambul, y de las más importantes ciudades turcas, van a perder la primacía de despertar a los turistas en nombre de Erdogán. La Turquía de su antaño despertar con Atatürk, recupera el pulso tras los años del nacional-islamismo del líder Recep, quién está recogiendo los trastes de gobernar con “la palabra eterna e increada” de Dios. Ya dijimos que aguado el puchero, ni los Resucitados andaluces salieron a despedir a los visitantes mojados; porque  hecha la pascua: los de trono, chiringuiteros, tractoreros, los conductores de las narcolanchas, de alquiler y sanitarios, se enfunda los trajes de campañas para llegar a la de tres a las europeas el 9 de junio, después de las batidas  vascas y catalanas. Bond se nos ha hecho mujer y de tez oscura, a los jugadores de blanco los pregonan los racistas por negros; todo cambia como las aguas del arriate, si se moja; hasta los siniestros ayudantes de Spectra, con mando activo en el Kremlin, se han tomado la democracia europea como el Circus de John le Carre: cargando de agentes secretos, desestabilizadores varios, virus y propaganda psicológica en las entrañas de la campaña. Los europeos somos muchos, con más lenguas que Babel y avenidos según mercado; brexit y Ucrania ponen fronteras isleñas y de guerra; pero el gran territorio bélico del siglo XX, a trancas y barrancas va moldeando el devenir de 27 países, de las etapas del benéfico bienestar a los de la ex dictaduras soviéticas; transitamos a la incertidumbre, de ponerle un lazo de abuela de caperucita a la jauría de la ultraderecha, que acecha de marcialidad para desfilar desandado. el camino costoso de los acuerdos del oscuro carbón y la herrumbre del acero que forjaron la UE,

Curro Flores

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