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Una sociedad con miedo a la verdad

Legalización de inmigrantes ilegales. Quinientos mil. Procedentes de culturas distintas y deseosos de que se les respete, pero no de respetar. Deseosos de poner la mano para recibir ayudas, pero no para trabajar. Su falta de formación y de preparación y el conocimiento de nuestro idioma les imposibilita para desarrollar los empleos básicos. Otro detalle que les hace distintos a nosotros es su religión. Nadie puede negar que están condicionado hasta en la comida por sus normas religiosas. Su cultura y forma de vida es totalmente distinta a la nuestra. En España el concepto de libertad hace que se mal interprete la relación con ese tipo de cultura. Eso da miedo. Queramos o no queramos vienen a imponer su cultura y forma de vida. Que, por cierto, va en contra de la libertad religiosa, la igualdad de la mujer de los libre pensadores de cualquier genero o circunstancia.

Una sociedad con miedo en la que los políticos hablan pero no dicen. Hablan de los demás a los que criminalizan hasta la estupidez, pensando que eso es bueno para mantenerse en el poder.

Una sociedad con miedo en la que los ciudadanos votamos, pero no elegimos. La voluntad popular es mal intencionadamente usada por los políticos que dicen representar al ciudadano pero que en realidad a quienes representan realmente es a sus propios intereses personales e ideológicos aunque vayan en contra de quienes les han votado para que los representen.

Una sociedad en la que los docentes tienen miedo al propio sistema educativo, a los alumnos y a los padres de los alumnos, por lo que entienden que lo mejor que pueden hacer es enseñar a ignorar. Se regalan las notas, calificaciones o como quiera que se llamen. Lo importante es que la inspección no le amargue la vida al docente por haber suspendido un porcentaje superior a lo políticamente correcto.

Una sociedad en la que los medios de comunicación desinforman. Les resulta mas rentables desinformar al ciudadano que informarlo y dejar que piense. El poder los apoyas con todo tipo de subvenciones pues es una forma de mantener al rebaño de ciudadanos sumisos para dirigirlo donde ellos quieran.

Una sociedad con miedo en la que la ideología dictatorial se impone lentamente ante la pasividad de quienes no quieren mirar a la cara y decir la verdad.

Una sociedad en la que el primero que tiene miedo es el propio presidente del gobierno, o mejor dicho presidente del sanchismo,  que no pisa la calle por miedo a la libre expresión de los ciudadanos que le pitan, abuchean y le piden que se vaya.

Una sociedad con miedo por estar implantándose la cultura de la corrupción como forma de forrarse sin importar las consecuencias que eso tenga.

Una sociedad con miedo que ve como el número de ricos disminuye, siendo cada vez mas ricos, y el de pobres aumenta.

Una sociedad que como no despierte será destruida por quienes dicen defender los derechos y libertades que abanderan en el congreso pero que pisotean legislando contra esos derechos y libertades que dicen, cacarean, defender.

Fernando Guerrero

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