Inicio Opinión

Pseudomedios

Es una expresión que no es utilizada por líderes políticos democráticos. Algunas figuras políticas, son figuras, nunca lideres o representantes demócratas, especialmente en regímenes autoritarios o populistas, han empleado el término para atacar a organizaciones de medios de comunicación independientes. Medios que lo que hacen es poner en conocimiento del pueblo las opiniones criticas  por la actuación de quien gobierna. Como ejemplo hay en la actualidad una serie de figuras entre las que destacamos: Viktor Orban, Presidente de Hungria, Donald Trump, aspirante a Presidente de Estados Unidos, Bolsonaro, Presidente de Brasil, Vladimir Putin, Presidente de Rusia, Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela y Pedro Sánchez y sus adlateres formantes del gobierno español. De verdad ¿un presidente de España es ahora parte de esa infame lista? Es en verdad una figura del Partido Socialista de España carente de los principios democráticos propios de quien aspira a presidir una democracia. ¿A quien le hemos entregado el poder de nuestra democracia? O, mejor dicho, ¿que es lo que habría que cambiar en nuestra democracia para que esto no ocurriera? Gobierna nuestro país un señor que no ha ganado ni una sola de las elecciones a las que se ha presentado y que ha llevado al partido al que dice pertenecer a los peores resultados de su historia. Dice que representa a un partido cuando lo que verdaderamente ha hecho es usarlo para sus fines: obtener el poder. Para obtener el poder está siguiendo los mismos patrones que han realizado cualquiera de los mencionados con anterioridad: poner al servicio de la figura gobernante todas las instituciones que constituyen los pilares de la democracia.  Sirva como ejemplo en nuestro país el acoso constante a la separación de poderes, esencia que garantiza la igualdad ante la ley de todos y cualesquiera de los ciudadanos.

Es tal la desolación de nuestra sociedad que se puede afirmar, tranquilamente, que los políticos hablan pero no dicen nada. Es peor, usan el insulto la infamia y la mentira para el ataque, no ya hacia la oposición, sino hacia el ciudadano al que le manda el mensaje de o estas conmigo o contra mi. El ciudadano, por su parte, cuando ejerce su derecho a votar sale convencido de que no ha elegido a quien el quiere que le represente, pues quien quiera que salga ya se encargará de gobernar sin someterse al programa expuesto y solo con la intención de obtener el poder. El cuarto poder, los medios de información, si bien-informa son despreciados por el poder denominándolos pseudomedios y siendo excluidos de la publicidad institucional a fin de ahogarlos económicamente. Luego su obligación para subsistir es la desinformación y adulación de las decisiones del poder. El sistema educativo enseña a ignorar. Hoy al niño que asiste a la escuela se le regala todo y al docente se le tiene en el punto de mira para que no enfade al niño ni a los padres de los niños. No puedo siquiera decir alumno ya que si fuese alumno recibiría una enseñanza pero la actual actitud del asistente a la escuela resulta imposible superar cuando de enseñarle algo se trata. Y por ultimo, el ciudadano tiene la impresión de que el sistema judicial condena a las victimas y beneficia a los delincuentes. Bueno, lo de beneficiar al delincuente lo tenemos claro en supuestos como los de la ley del si es si, o como la ley de amnistía.

A pesar de todo esto la mayoría de los ciudadanos pensamos salir del caos en el que nos ha metido Pedro Sánchez y sus secuaces. Recuerde no ya las mentiras del allegado a presidente, sino los insultos de un ministro a un presidente de un país latino americano, claro no forma parte de los que constituyen el grupo Puebla, otro que borra de un plumazo los premios de la tauromaquia, u otra ministra que afirma que hay que aniquilar a los israelitas.

Fernando Guerrero

Ir ARRIBA