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Porque votamos a un mentiroso

Mucho  ha tenido que cambiar nuestra sociedad para que la mentira sea la bandera de quien nos gobierna. Pero el problema no es que votemos al mentiroso, sino que seamos incapaces de hace valer la verdad. Decíamos hace años que la mentira tiene las patas muy corta, igualmente que se coge antes a un mentiroso que a un cojo.

Pero ahora es justo lo contrario. Ahora las mentiras tienen las patas muy largas que hacen que el mentiroso corra como un galgo tras una liebre, y esa liebre siempre tiene por objetivo la corrupción y el poder.

Quién nos miente, una y otra vez, no hace otra cosa que hacer creer a los ciudadanos que quien miente son los otros. Últimamente dice quien miente que el fango lo fabrican los que tratan de hacer valer la verdad. Los que mienten hablan ahora de tres ultraderechas. Da igual, realmente, lo que opinen los demás que no pertenezcan al grupo de los mentirosos. Son favorables a la verdad, y eso es una mentira que hay que combatir haciendo creer a los demás que la mentira es la verdad y la verdad es la mentira. Que la verdad, destruye la democracia y la mentira crea la democracia, que la libertad de expresión oprime al pueblo, y la opresión del ciudadano libera a la sociedad progresista, que la independencia de poderes es un peligro para la democracia, y que ser un dictador favorece la evolución de la sociedad. No hay elecciones y los tiempos para realizar los proyectos sociales no están sometidos a cambios de gobiernos.

Piensan los mentirosos que el famoso cuarto poder debe ser eliminado porque es un peligro para el poderoso dictador que quiere arrasar al ciudadano, sin ton ni son. Que quiere humillarlo ideológicamente, que quiere oprimirlo en su conocimiento.

Dicen los mentirosos que ellos tienen la verdad, pues cambian de opinión constantemente según les interese, y quien permanece fiel a unos principios democráticos es un ultra derechista.

Mienten los mentirosos y no paran de mentir.

¿Por qué se le sigue votando?

La razón sólo puede estar en la desidia mental del ciudadano que se deja llevar por las mentiras que hacen mucho más fácil su vida, que la de quien trata de abrirle los ojos para que vea la triste realidad.

Dicen los que miente, que nuestra economía va como un cohete. Dice la realidad, que España es el cuarto país de la Unión Europea con más población en riesgo de pobreza o exclusión social. Es necesario que nos fijemos en quienes tratan de abrirnos los ojos, de otra manera el cohete en su vuelo virtual explotará.

La desidia, la ignorancia y la debilidad moral hacen que en nuestra sociedad cada ciudadano quiera un Cid Campeador para cada uno de ellos, y eso no es posible. Decía Antonio Machado que de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa. Espero que la proporción en las próximas elecciones cambie lo suficiente para mejoría de nuestra sociedad.

 

Fernando Guerrero

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