Por estos días, alrededor de 52.000 estudiantes andaluces (de los cuales más de 9.000 son malagueños) se someten a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), popularmente conocida como “Selectividad”, la cual es la puerta de entrada para muchos en su objetivo de conseguir una titulación universitaria.
Sin embargo, los campus universitarios públicos no gozan, como quisiéramos, de buena salud. Muchos de ellos necesitan urgentemente de una ampliación presupuestaria con el fin de seguir ofreciendo una educación de calidad a su alumnado.
Y es que el funcionamiento de las facultades españolas es costoso y no se financia totalmente con el pago de las tasas universitarias. La inversión, que no gasto, en la educación superior es indispensable para formar a los futuros profesionales que servirán a la sociedad en diversos ámbitos, beneficiando a todos los miembros del colectivo ciudadano.
De no incrementarse las partidas públicas para el sostenimiento y desarrollo de la universidad pública, está no podrá ofrecer una formación de altos estándares, quedándose rezagada en comparación con otros centros universitarios del mundo, tal como ya ocurre en aspectos como la investigación científica (una de las razones de ser fundamentales de las universidades).
Por otra parte, asistimos al incremente de la oferta de universidades privadas, la cual por el alto coste de sus matrículas, actualmente se encuentra fuera del alcance de la mayoría de la población, a no ser que las familiar adquieran créditos onerosos para sufragar su coste.
Otro lastre para el desarrollo de la universidad española es la endogamia y opacidad evidente para ingresar en sus claustros de profesores. Ello ha provocado la fuga de cerebros hacia otras latitudes de docentes ante la posibilidad de encontrar la estabilidad laboral en su propio país.
Se hace necesario, pues, el compromiso de la clase política nacional y autonómica, que garantice la permanencia de ciudades universitarias modernas y prestigiosas al alcance de cual quier persona, donde se formen los y las futuros profesionales que sean capaces de generar soluciones para los numerosos y nuevos problemas y retos que han surgido, y seguirán presentándose, en la vida cotidiana colectiva..
