El habitual escritor del Diario.es, Isaac Rosa, se desparramaba el otro día con un artículo, "La conspiración oculta tras la victoria de Sánchez: toda la verdad". Salvo algún clásico, no acostumbro a leer tanto adobo, pero me alertó a su lectura una amiga que me inquiría por wasap, -¿qué hay de esto?, adjuntando la página, y eso después de haberme felicitado por la victoria de Pedro Sánchez.
El escrito como ejercicio de la elaboración oculta de una trama rocambolesca, le sobran evidencias, quizás inquina, pero fundamentalmente argucia; pero si es un trabajo de intoxicación, no le sobran elementos, para los que se abonan a todas las teorías de las conspiraciones, en los cenáculos de los enemigos del Secretario General del PSOE; le falta incluir el móvil desde el que llamó Juan Carlos a Tejero para dar la orden de tomar el Congresos, para dotarlo de más credibilidad; más los actores principales, los militantes socialistas, que sorprendieron a Capuletos y Montescos con su contundencia en las urnas.
Hay una pregunta en el ambiente – ¿qué va a hacer a partir de ahora Pedro Sánchez? Se me ocurre contestar mucho equilibrio y mayor tesón, que ya ha empezado en su larga campaña subiendo la maroma a pecho descubierto, con más aliento que vientos favorables.
Equilibrio de funanbulista excepcional entre el sesgo a la izquierda, y la necesidad de ganar la mayoría social. Equilibrio para no caer en el vacío sin red de las ocurrencias de Pablo Manuel y los suyos. Equilibrio y tesón, con una estrategia clara para destronar el extraño placebo que en pos de la gobernabilidad tiene a Rajoy de presidente con unas políticas de derechas y la corrupción galopando.
Estoy convencido que los meses vividos por Sánchez, le han enseñado mucho sobre la deslealtad, y también el compañerismo, encontrarse con la tristeza del cajón vacío, le han puesto a prueba en sus deseos y convicciones. Ahora le toca hacer el casting de su próxima Ejecutiva, que sin perder los necesarios equilibrios, de razón con los hechos del nuevo rumbo que han elegido los militantes, pasando página, no sin saberse antes los aciertos y errores de nuestro más que centenario Partido.
Tarea difícil, pero fundamental, ganar de nuevo a la juventud, la más preparada de nuestra historia, cargada de incertidumbres, hastiados de la corrupción en los estadios de la política que tanto repugnan. Debemos trabajar con y para las familias que viven en la pobreza, para cambiarles sus destinos, ganar futuro y bienestar frente a la duda permanente a la que están sometidos la mayoría de los españoles. Más que un PSOE reconocible, debemos ser un PSOE reconocido por todos, garantes de las políticas progresistas, debemos abrir de nuevo los ventanales del aparato del Estado para que entre la calidad democrática sobre la tramoya de los abusos.
La travesía del desierto de Pedro Sánchez le ha dotado de emoción épica, que le debe servir para embridar los dislates separatistas; entender la nueva Europa dónde el "inglés" de idioma aliado, empieza a hacer distante y babélico, ayudar a revitalizar los partidos socialistas europeos más que zarandeados por los populismos.
Quizás el "Coach" que protagoniza a ocultas el relato de Isaac Rosa, le sea más necesario que nunca a Sánchez, para liderar la cordura, la responsabilidad y las acciones, frente a las ocurrencias de los populistas, y la política aciaga de los populares.
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