La universidad y la formación profesional en Málaga y en Andalucía pasan por un momento muy crítico y el responsable de eso tiene nombre y apellido: Moreno Bonilla. El presidente de la Junta de Andalucía le ha abierto la puerta de par en par a sus amigos de la educación privada, con la intención de que estos puedan enriquecerse sin que le importe el futuro de la juventud malagueña y andaluza.

Por desgracia, nuestra provincia está siendo la más perjudicada por estas políticas privatizadoras de Moreno Bonilla. Es muy común pasear por nuestra capital y encontrarnos con centros de formación privados; algo que va a más y que parece no tener fin.
Moreno Bonilla está alimentando a unos monstruos que cada vez se están volviendo más gigantes, como son los centros de formación profesional privados. Vemos como están instalados con total normalidad en barrios obreros de nuestra ciudad. Ejemplo de ello, en el Distrito Cruz de Humilladero, quieren convertir la histórica Antigua Prisión Provincial de Málaga, símbolo de la represión franquista de nuestra provincia, en un centro de formación profesional, mostrando un total desprecio por un lugar de memoria histórica de Málaga y dando pie a que sus amigos de la privada puedan hacer negocios. Es evidente, que el crecimiento de estos centros tiene dos principales responsables, Moreno Bonilla y Francisco de la Torre.
Con respecto a la universidad, el desmantelamiento es demoledor. Es descarada la política frontal que Moreno Bonilla está realizando contra la Universidad de Málaga, sometiéndola a una asfixia económica sin precedentes. El plan es público y notorio; quieren dejar sin recursos a la UMA para que sus condiciones se vean agravadas: menos plazas en los grados y másteres, menos personal docente en todos los ámbitos y menos oportunidades a los jóvenes que terminan sus estudios y quieren hacer su vida laboral en la Universidad de Málaga.
El plan privatizador universitario de Moreno Bonilla tiene una segunda parte, que consiste en regar de millones a la universidad privada y ponerle todas las facilidades habidas y haber para que puedan instalarse en nuestra ciudad. Universidades privadas que no se rigen por los parámetros de calidad necesarios y que van a generar que haya estudiantes que compitan en desigualdad de condiciones.
Moreno Bonilla quiere expulsar a la clase trabajadora de la universidad. Quiere que el hijo de un fontanero, una teleoperadora o un camarero tenga menos oportunidades que el hijo del dueño de un fondo buitre. Quiere que para estudiar se mire la cartera y no la nota de corte. Que si quieres estudiar medicina lo hagas porque puedas pagar una cantidad ingente de dinero por curso al alcance de muy poquitos y no porque hayas rozado el 14 en selectividad. En definitiva, debemos de tenerlo claro, Moreno Bonilla te quiere robar tu futuro.