Málaga se enfrenta a una problemática que rebasa los límites de lo aceptable en cuanto a infraestructura de transporte. No sólo refleja un abandono por parte de los diferentes gobiernos, sino que también se ha convertido en un claro ejemplo de la gestión deficiente del PSOE, evidenciando un desinterés crónico que ha perpetuado nuestro atraso regional.
Durante años, bajo la gestión del PSOE en Mijas y en la Junta de Andalucía, hemos visto cómo se priorizan otras regiones y proyectos menos críticos a expensas de nuestras necesidades más fundamentales. Ese mismo PSOE que, ahora, en Mijas, desde la oposición, es tan osado como para señalar como ajenos los errores que ellos mismos cometieron, mientras callan sobre todo aquello que aún siendo una prioridad para los mijeños y de lo que nunca se ocuparon.
Llevo años observando cómo el desarrollo urbanístico y demográfico en la Costa del Sol, en particular, ha ido en ascenso constante, sin que se vea reflejado en mejoras significativas en la infraestructura de transporte. Es inaudito que, en pleno siglo XXI, municipios de gran población como Marbella, Estepona, y mi querida Mijas, aún carezcan de un sistema de tren litoral que alivie el congestionamiento vehicular que se vive diariamente en la A7.
Además, la dejadez en la planificación urbanística ha llevado a situaciones aberrantes, por ejemplo, en Las Lagunas, donde los gobiernos locales han permitido construcciones que no serían viables en las urbanizaciones. Sin tener en cuenta las infraestructuras mínimas necesarias como acerados, aparcamientos, o servicios esenciales como un hospital y una residencia para mayores.
A menudo, nos enfrentamos a caravanas y accidentes diarios, especialmente en la A7, donde los carriles de aceleración y desaceleración, proyectados hace años, aún no se ejecutan. Y mientras tanto, el dinero que podría mejorar nuestra calidad de vida se desvía hacia ministerios de probada inutilidad y que, claramente, no atienden nuestras necesidades más apremiantes.
Cada día, miles de personas pierden horas en desplazamientos que podrían optimizarse con una red ferroviaria eficiente que además contribuiría a la sostenibilidad ambiental de la región, al reducir la dependencia de vehículos particulares y el consiguiente impacto ecológico.
Las comparaciones son inevitables y necesarias: mientras Valencia y Sevilla disfrutan de múltiples líneas de cercanías, Málaga, con sólo dos líneas que abarcan 70 km, se queda atrás. ¿Cómo es posible que, siendo una de las áreas más prósperas y con mayor afluencia turística del país, nuestras infraestructuras de transporte público permanezcan prácticamente estancadas?
Además, la situación se agrava con los altos costes de la autopista AP7, una carga injusta para quienes necesitan desplazarse diariamente. Algo que, frente a la falta de opciones razonables y asequibles de transporte, es un claro reflejo de una gestión deficiente y de una falta de voluntad política para atender las necesidades reales de los ciudadanos. Mientras, los socialistas, a los suyo, siguen señalando a los demás.
Desde mi perspectiva, y desde mi posición en la política local con VOX, he visto cómo la desidia y la falta de planificación estratégica han dominado el panorama de nuestras infraestructuras. No se trata sólo de un problema de transporte; se trata de un problema de visión política y de justicia social.
En cuestiones de seguridad, a la vista está, tampoco han hecho los deberes. Y es que, tomando a Mijas como ejemplo, tercera población de Málaga, en crecimiento constante; vemos, cómo tristemente, tiene la protección de su costa abandonada, con una dotación de Guardia Civil de unos 160 efectivos para una extensión de 150 Km2. . Especialmente llamativo si lo comparamos con la dotación de 300 policías nacionales que tiene la vecina Fuengirola con tan sólo 10Km2 de extensión y menor población que Mijas. Una vez más, volvemos a ver la mano del PSOE señalar, en lugar de solucionar.
Mientras, en Mijas se gastan 27 millones en un mega parque, sólo para la primera fase, y millones en un concierto; dejando los presupuestos hipotecados, herencia socialista. Frente a las necesidades fundamentales como viviendas sociales para nuestros jóvenes y familias más desfavorecidas, que ya se están planificando desde este nuevo gobierno; y olvidando medidas para estabilizar nuestras playas, principal industria y el motor de nuestro crecimiento, el turismo; que con esta inseguridad va camino de griparse.
Es hora de exigir que se priorice el bienestar de los ciudadanos sobre las tácticas políticas cortoplacistas. El tren litoral no es un lujo, la seguridad, la vivienda social, la protección del turismo, tampoco lo son. Son necesidades urgentes que no deben posponerse más.
Desde nuestra posición y desde todas las instituciones en las que VOX está presente, vamos a seguir trabajando para que se convierta en una realidad; y animamos a nuestros vecinos a tomar una posición crítica y no llevarse a engaño de los que señalan aquello que ellos mismos ni han solucionado ni tienen intención de solucionar, aún siendo responsables de ello.