Blake Edwards puso una fábrica de cinéfilos, mostrándonos a la soñada Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes, cosas de películas. Francisco de la Torre puso una factoría de primos, al inaugurar el Museo de las Gemas el 18 de Enero de 2012, para tenerlo abierto solo por dos horas, cosas de realidades. En el imaginario colectivo malagueño, quedará la merendola judicial. que está constituyendo el eterno litigio, para las arcas municipales, ya van más de diez kilos de euros, con los últimos dos fallados entre togas. Diez millones, más los preparos del gran golpetazo, según presupuesto y añadido, más de 22 millones. Si hubiéramos tenido un Topkapi en la Ciudad del Paraíso, el robo de sus joyas por Melina Mercouri y sus cacos allegados, nos hubiera resultado un rollo pasajero. Pero el Museo de la visita del Alcalde, la casa hermandad de su capricho, ya hace doce años que proclama su cenizo. Sujetos al juicio final, por su adivina voluntad, tiramos la pasta, como si la cosa fuera lo más art natural del mundo. Tiene gracejo el camelo de los señala páginas que me filtraron en los previos a la inauguración, algún sabedor, que lo mío de llevar libros a cuestas, era por mi obsesión a señalar con buen gusto por donde me gustaría seguir leyendo. ART NATURA, es la traducción neuroantojo de Museo de las Gemas, para que se la trague el vecindario roñica, presuntos incapaces de entender la ventaja de tener a los Ocean´s con el Zorro Nocturno acechando nuestras joyas con Antonio Banderas en la troupe. Es fastidioso tener como ejemplo en la memoria a mi alcalde Pedro Aparicio, que se aplicaba el cilicio deontológico ante cualquier duda o fiasco que pusiera en almoneda su gestión; quizá ya esté muy feo dimitir, no esperaba esa sutil diligencia del edil actuante, ¡vuelen millones!