España está enferma. Dicen que tiene un fallo multiorgánico que se manifiesta en la corrupción, el colapso de los trenes, el aeropuerto de Barajas, la vivienda, la opacidad en la gestión del gobierno, el poder judicial por los suelos atacado por el ejecutivo sin contemplación alguna y con intenciones dictatoriales, y los ministros con la única función de cerrar filas ideológicas alrededor de un Sánchez perdido. Los frentes judiciales le acorralan y tiene que tirar de los suyos que prietas las filas se encargan de decir cuanto sea necesario para sembrar la incertidumbre y el desasosiego en la ciudadanía. Ahí están las declaraciones de Tezanos, presidente del CIS, que se han de tener muy en cuenta dada su trayectoria profesional avalada por sus aciertos en la encuestas. Dice que “Habrá que esperar a la resolución final de los casos para ver si son corruptos o si estamos ante un montaje. Es decir, no es imposible que estemos ante un montaje”, afirmó el miércoles el responsable del CIS tras participar en los cursos de verano de la Universidad Complutense (UCM) en el municipio de San Lorenzo de El Escorial. Esas declaraciones no ocultan la posibilidad que una vez destruido el sistema judicial las decisiones judiciales puedan ser favorables a quienes hoy son presuntos delincuentes ya que puedan ser juzgados por quienes sin espíritu judicial ni jurídico alguno haya accedido a la plaza vía elección directa y si no sentencian lo que quien les haya elegido quiera van a la calle. Igualmente, María Jesús Montero en esa manifestación tan natural a micrófono cerrado/abierto diciendo que el caos ferroviario puede deberse a un sabotaje siembra también el desconcierto y duda ciudadano.
Lo peor de todo es que quienes apoyan a Sánchez hoy saben que como caiga Sánchez caerán también ellos y están haciendo todo cuanto esté a su alcance para mantenerlo en la poltrona. Igual que Sánchez para llegar al poder mintió y manipuló e instalo corruptelas que hicieran débiles a los corruptos, a los que mantendría siempre a su lado, hoy quienes ven en peligro su posición de corruptos al servicio de Sánchez mentirán, manipularan y corromperán cuanto sea necesario para mantenerse ellos y mantener a Sánchez.
El gobierno tiembla. Las declaraciones de unos y de otros no saben las consecuencias que tendrán para su estabilidad, y los socios están moviendo fichas por si su situación cambia.
Lo asombroso de todo esto es que quienes se manifiestan en los medios de comunicación expresando sus opiniones no son capaces de decir basta con las comparaciones de corruptelas. No votemos por lo mas malo que haya hecho uno sino por lo bueno que pueda hacer el otro. Exijamos decencia y transparencia. Si unos dicen que el del PP desayuno con un narcotraficante hace un montón de años, otros no hablan de Filesa ni de la relación del actual gobierno con Delsy Rodríguez que tenia prohibida la entrada en territorio europeo.
Basta de tu mas que yo. Hay tertulias en las que con tal de defender lo indefendible se escuchan barbaridades de los allegados a politólogos que tratan de embaucar a la ciudadanía. Quieren que se castigue a las empresa corruptoras. Señores, no hay empresas corruptoras, hay empresa que pactan con el poder la adjudicación de obras señalando desde el principio las partidas que se van a modificar para aumentar el final de la adjudicación. Y de esas partidas se señala, por parte del poder, individual o colectivo, el porcentaje de la mordida que tienen que pagar las empresas.
Hasta que la honestidad no impere en la actuación de nuestros gobernantes existirán corruptos.
Decía Montesquieu que para ser realmente grande hay que estar con la gente, no por encima de ella.
Y estar con la gente es sentir el respeto hacia quien gobierna, no el desprecio manifestado en insultos y abucheos.