No tengo mas remedio que, viendo lo que estamos viendo, acordarme de usted Sr. Albert Ribera. De su profética intervención en el Congreso de los Diputados allá por dos mil diecinueve refiriéndose a Pedro Sánchez, a su banda y a su plan. Probablemente fuera la ultima intervención veraz de las ideas de un allegado a político.
Ya el embrión de la banda del Peugeot se había desarrollado. Ya esparcían sus corruptelas como células cancerígenas a lo largo y ancho de los estamentos políticos. Ya desde 2016 manipulaban los censos para obtener resultados fraudulentos. Ya estaban empoderados en el fraude electoral base esencial del poder aparentemente democrático que les permitiría destruir la democracia y apropiarse impunemente del poder.
Teatro, su vida es puro teatro. Incapaz de salir del escenario en el que vive, baste recordar la rueda, que dio, sin prensa en la que hablaba como si hubiese prensa. Vive ensimismado en su poder irreal apoyado por quienes como el han llegado a sus puestos de manera torticera, siendo en todo momento incapaz de afrontar la realidad social. No la que le rodea que continuamente le aplaude y le loa. Sino la realidad social. Esa que en cada momento que puede manifestarse le insulta. Pero hay algo peor. Su banda. Corrupta hasta la saciedad, incapaz de ver mas allá de las prebendas y beneficios que le puedan sacar por su propia debilidad y incapaces de reconocer que muchos de los puntos por los cuales hoy se chantajea a Sánchez son de imposible cumplimiento por la propia legislación europea. Siguen apoyando la corrupción y cuando dejen de apoyarla la opción de ellos será la de quemar la calle. Quemaran la calle y cuanto haga falta.
Piensan que cuando dejen caer a Sánchez ellos caerán con él. Y cuando caiga Sánchez se darán cuenta que en España hay Comunidades Autónomas en las que gobierna el Partido Popular y en las que se vive en completa democracia.
La maquina de enfangar, pudrir, denostar y empobrecer la democracia no parará hasta que Sánchez no abandone el poder. Y en las circunstancias en las que se encuentra cercado por treinta y cuatro procesos de corrupción difícilmente se someterá a una dimisión, a una moción de confianza o a un adelanto electoral.
Aun así, y ante la maltrecha situación, Sánchez resiste. Nicolas Maquiavelo escribió: La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad. Y ahí sigue.