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Colombia y Venezuela: dos vecinos obligados a entenderse

Ventana americana

Las relaciones entre Colombia y Venezuela han tenido muchos altibajos desde que en el año de 1829 el general José Antonio Páez, conocido como el "León de Apure", encabezase un movimiento secesionista para que los venezolanos se separasen de la Gran Colombia creada por Simón Bolívar (caraqueño de nacimiento), el cual concluyó con la ruptura total con el gobierno de Bogotá. Desde entonces, ambas naciones han vivido continuos encuentros y desencuentros.

Los dos países sudamericanos comparten 2.341 kilómetros de frontera terrestre y marítima desde la Amazonia hasta la caribeña península de La Guajira, y siempre ha habido un trasiego legal e ilegal de personas y mercancías hacia uno y otro lado. En los años de la bonanza petrolera venezolana, cuando el bolívar era una moneda fuerte que superaba el valor del peso, cientos de miles de colombianos cruzaron por los "caminos verdes" para ir a trabajar como braceros en la vecina Venezuela, que además era uno de los principales importadores de productos de las industrias de Colombia.

Actualmente las tornas han cambiado: el éxodo de venezolanos hacia el extranjero debido a la crisis económica que el gobierno de Nicolás Maduro ha sido incapaz de resolver, y que según algunos economistas ha propiciado, es el motivo porque el cual hoy en día 2,5 millones de ciudadanos de Venezuela residan en territorio colombiano, cientos de miles en situación irregular, según el organismo gubernamental responsable de la migración en Colombia.

Asimismo, la exportación de bienes y servicios de Colombia hacia Venezuela ha caído estrepitosamente en el presente siglo XXI. Caracas ha pasado de ser el principal socio comercial de Bogotá, junto con el mercado estadounidense, ha representar tan solo el 0,8% de las compras de exportaciones colombianas en el extranjero debido a su endeudamiento y a la crisis económica que vive la sociedad venezolana desde hace varios años.

Colombia ya no gana dinero con Venezuela y sí tiene que destinar grandes recursos para atender a los refugiados venezolanos y evitar una crisis humanitaria de grandes dimensiones, lo cual le ha valido el reconocimiento tanto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como de la Organización Internacional para las Migraciones (OMI).

Igualmente, se ha evidenciado un aumento de la criminalidad con la llegada de grupos delincuenciales venezolanos a las principales ciudades de Colombia, lo cual ha obligado a un incremento de los recursos humanos y materiales en materia de seguridad para hacer frente a la escalada de crímenes cometidos por los facinerosos foráneos.

Hasta hace poco tiempo las relaciones diplomáticas entre los "países hermanos" se encontraban muy deterioradas. Diversos presidentes colombianos acusaron al mandatario venezolano Hugo Chávez, primero, y luego a sus sucesor Nicolás Maduro de auxiliar y albergar en su territorio a grupos guerrilleros de Colombia.

Por su parte, Caracas no ocultaba su malestar por el apoyo y recibimiento que el gobierno de Bogotá brindaba a los líderes opositores venezolanos, hasta el punto de que la frontera binacional permaneció cerrada durante siete años e incluso se ordenó la retirada del cuerpo diplomático colombiano y el cierre de la embajada de ese país en Venezuela.

Sin embargo, con el triunfo del izquierdista Gustavo Petro en las reciente elecciones presidenciales de Colombia se han restablecido las relaciones diplomáticas entre las dos repúblicas, e incluso recientemente volvió a reabrirse oficialmente la frontera que las separa; aunque al acto de reapertura asistió el presidente colombiano pero no el venezolano, un gesto muy diciente que da a entender que las relaciones colombo-venezolanas todavía van a tardar mucho en normalizarse.

[cabezon name="Luis Gabriel David" designation="Profesor y periodista" img="LUISGA" /]

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